Publicado 27/01/2014 14:40

ACTUALIZA 1-Gobierno argentino pone en marcha flexibilización cambiaria con compra limitada de dólares

(Actualiza con detalles de flexibilización del control de cambios, detalles y autor)

Por Hugh Bronstein

BUENOS AIRES, 27 ene, 27 Ene. (Reuters/EP) -

- El Gobierno argentino puso en marcha el lunes una flexibilización de su estricto control de cambios al permitir a los ahorristas comprar una cantidad limitada de dólares, buscando dar una señal amistosa a los mercados luego de que la moneda local se desplomara la semana pasada.

Sin embargo, los argentinos tendrán un acceso a la divisa en cuentagotas, dado que apenas podrán adquirir hasta 2.000 dólares al mes luego de pasar por el filtro del ente recaudador de impuestos, la AFIP, que tomará en cuenta el nivel de ingresos declarados y cumplimiento con el pago de tributos antes de autorizar la operación.

Además, el Gobierno dijo que publicará diariamente el nombre de las personas que compren dólares, lo que fue interpretado por analistas como una forma de escarnio público.

El viernes, el Gobierno anunció sorpresivamente que los ahorristas podrían volver a adquirir divisas bajo ciertos parámetros, en medio de una fuerte presión luego de que la incertidumbre sobre el futuro de la economía provocara la peor caída en el peso argentino de los últimos 12 años, pese al estricto control cambiario que ejerce el Banco Central.

"Es un respiro pero no es una liberación (del sistema cambiario), prácticamente es una pequeña salida", dijo el ex presidente del Banco Central, Rodolfo Rossi.

"El problema sigue siendo la carencia de dólares y las malas perspectivas para la economía", agregó.

La flexibilización se produjo en un contexto de importante caída en las reservas de divisas del Banco Central argentino, que el viernes terminaron cerca de los 29.000 millones de dólares, el nivel más bajo desde fines del 2006.

Las reservas cayeron más del 30 por ciento desde inicios del 2013, dado que son la única fuente de divisas de la economía y son utilizadas por el Gobierno para honrar sus vencimientos de deuda en dólares.

El Gobierno prometió evitar que la devaluación del peso acelerara la ya alta inflación en el país, que analistas esperan supere el 30 por ciento este año.

Sin embargo, dueños de comercios a lo largo de Argentina se apresuraron durante el fin de semana para cambiar las etiquetas con los precios de productos importados, desde cigarros cubanos a televisores de origen asiático, reflejando la caída de más del 20 por ciento que en los últimos días registró el precio oficial del peso.

"No hay razones para que una cotización del tipo de cambio pueda tener una desvirtuación del precio final", dijo a periodistas el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, tras anunciar el detalle de la flexibilización del mercado cambiario.

Y amenazó con controles: "Es absolutamente imprescindible que el Estado establezca un mecanismo de regulación adecuado para que se beneficie el consumidor", afirmó.

El nivel de las reservas internacionales argentinas sugería que la entidad no podría seguir interviniendo en el mercado de cambios con la libertad con que lo hizo regularmente por años.

Sin embargo, la autorización de la compra de dólares para el público general argentino seguirá presionando sobre las exiguas reservas de la moneda estadounidense.

Condicionados por crisis económicas previas, los argentinos acuden al dólar para ahorrar y están obsesionados con el billete verde.

Fueron las restricciones a la compra de dólares que finalizarán este lunes las que llevaron a los ahorristas del país a acudir al mercado informal de la divisa para protegerse de la elevada tasa de inflación, una de las más altas del mundo.

El Gobierno, cuyos indicadores de inflación están fuertemente desacreditados y se encuentran muy por debajo de las cifras de analistas, apuesta que la relajación de los controles acortará la diferencia entre los valores del peso oficial y el del mercado informal.

El valor oficial del peso cerró el viernes a 8,005 unidades por dólar, luego de haber caído un 11 por ciento el día anterior, su merma diaria más baja en cerca de 12 años.

"El Gobierno entiende que la cotización que alcanzó el dólar (de cerca de 8 pesos) es una cotización de convergencia, razonable para la economía de Argentina", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, en una entrevista publicada el domingo por el matutino oficialista Página 12.

En el mercado informal, el peso cayó 7,25 por ciento para cerrar el jueves a 13,1 unidades por dólar. El viernes subió 11,97 por ciento y cerró a 11,7 unidades con respecto al dólar.

INFLACIÓN ALTA

Los precios minoristas subieron alrededor del 25 por ciento en el 2013, según analistas privados. En cambio, según los datos del desacreditado ente oficial de estadísticas, la inflación es de alrededor de la mitad de esa cifra.

Una nueva medición de los precios de consumidor, realizada a pedido por el Fondo Monetario Internacional, será estrenada en febrero.

Por otro lado, un congelamiento de un puñado de precios de productos básicos a partir de enero ha logrado mantener el valor de artículos en supermercados, pero su estabilidad está en duda en momentos en que distintos gremios se preparan para reclamar alzas salariales.

Si bien las políticas de la presidenta Cristina Fernández han generado inflación, sus electores en los comicios presidenciales del 2011, donde la mandataria fue cómodamente reelecta, parecen haberlas considerado como la llave a la recuperación económica tras la crisis del 2002.

Durante su campaña para la reelección, Fernández prometió una mayor intervención estatal en los mercados y un crecimiento en gasto público para estimular la economía, más allá de los crecientes índices de inflación.

PARÁLISIS EN COMERCIO GRANOS

El efecto de la volatilidad del peso argentino en las economías de otros países debería ser limitado por el hecho de que Argentina no ha logrado emitir deuda en mercados internacionales desde la declaración del "default" de su deuda soberana en el 2002.

Mientras tanto, los agricultores de Argentina han decidido almacenar sus granos antes que exponerse a los vaivenes de la moneda local. A su vez, eso ha contribuido a la escasez de dólares en el país sudamericano y a la debilidad del peso.

Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercer proveedor internacional del poroto de la oleaginosa y de maíz.

El "default" del 2002, seguido de una década de políticas que incluyen límites a las exportaciones de maíz y trigo, tasas elevadas a la venta al exterior de soja, y la nacionalización en el 2012 de la principal empresa energética del país, YPF , ahuyentaron las inversiones necesarias para expandir el sector agrícola y explotar las abundantes reservas de hidrocarburos.

Si en Argentina se registra una inflación anual del 30 por ciento en el 2014, como anticiparon analistas a Reuters, sería la tasa más elevada desde la crisis del 2002, cuando fue del 41 por ciento.

Los vaivenes de los precios minoristas tienen un gran impacto en la población y podrían generar tensión en las próximas semanas, cuando se espera que diversos gremios demanden aumentos salariales en línea a los cálculos de analistas y no los datos oficiales.

Fernández no ha hecho referencia a las alzas en los precios ni a la devaluación de la moneda en sus últimos discursos, temas que en cambio han abordado distintos funcionarios de su gabinete. En el 2015, cuando se celebren los próximos comicios presidenciales, Fernández no podrá presentarse a un tercer mandato.

Posibles candidatos presidenciales de los principales partidos opositores se muestran contrarios a muchas de las políticas intervencionistas del gobernante Frente por la Victoria.

"Si el Gobierno no logra controlar la inflación probablemente afectará las posibilidades de candidatos presidenciales alineados con la administración", dijo Ignacio Labaqui, analista de Medley Global Advisors.

"Una crisis económica más profunda podría darle un margen de oportunidad a candidatos más amigables con el mercado", añadió.