Actualizado 30/05/2008 22:11

Argentina.- Denuncian a dos curas católicos por supuesta "reducción a la servidumbre" de once personas


BUENOS AIRES, 30 May. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

Dos sacerdotes católicos de nacionalidad española, que están destinados en la catedral de la ciudad de Santa Rosa, en la provincia de La Pampa, a 600 kilómetros de Buenos Aires fueron denunciados por presunta "reducción a la servidumbre" de once personas que asistían a un instituto que ellos dirigían, informa la prensa local.

La denuncia contra los curas Antonio Martínez Racionero y a Ricardo Latorre Cañizares fue radicada en el Juzgado de Instrucción Nº 3, a cargo del juez Carlos Flores, según dijo el abogado patrocinante de las familias denunciantes, Omar Gebruers, en una conferencia de prensa.

El abogado dijo que los dos sacerdotes integrarían una orden católica llamada Instituto Servi Trinitatis y que los jóvenes que la la integran eran sometidos a una "reducción a la servidumbre" y que además se "se les anula la voluntad para apropiarse del dinero". La denuncia fue presentada por once familiares de algunas internas que habrían sufrido esos padecimientos y lograron salir de la congregación.

Según informó el diario 'La Arena', de Santa Rosa, en el centro de Argentina, el juez Flores ordenó una inspección ocular a la sede del Instituto, situado en el centro de la ciudad, a pocas manzanas de la Catedral donde los dos religiosos prestan sus servicios. "Además el juez habría recibido varias declaraciones testimoniales y ordenando otras pruebas, como la designación de un perito psicólogo para que atienda a las víctimas", informa el periódico.

La orden denunciada se llama Servi Trinitatis y es originaria de la ciudad española de Cuenca y tendría sedes en Venezuela y en la Argentina, en las ciudades de Lomas de Zamora y Santa Rosa, y los aspirantes deben realizar "votos de pobreza, castidad, obediencia y fidelidad al Papa", aunque la congregación no cuenta con autorización papal, según dice la denuncia.

El abogado dijo que en el instituto dirigido por los curas hay unas doce mujeres. "No pueden ingresar sus padres, no entran varones sólo los dos curas que juzgan y castigan a las mujeres por supuestas inconductas, no les permiten ingerir alimentos dulces para suprimir la actividad de una feromona que estimula la voluntad y tienen un cronograma de horarios", dijo el letrado.

Gebruers denunció que "la mayoría de las chicas sufren trastornos de alimentación, desnutrición, debilitamiento físico y mental, gastritis, problemas intestinales y estomacales, todas tienen fobias, desvanecimiento y cefaleas, debiendo acudir a tratamientos psicológicos y psiquiátricos de por vida".