Actualizado 17/12/2013 22:22

La familia del activista de Greenpeace agradece a Argentina las gestiones para su liberación

Protesta en Buenos Aires para la liberación de los 30 activistas de Greenpeace.
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La mujer del activista de Greenpeace Miguel Hernán Pérez Orsi ha expresado su agradecimiento a las autoridades argentinas por las gestiones para conseguir su liberación, después de pasar dos meses detenido en Rusia por protestar contra una plataforma petrolífera en el océano Ártico.

   En una entrevista telefónica con la agencia de noticia Télam, Margarita Malig ha valorado "el gran apoyo" del Ministerio de Exteriores y de la Embajada en Moscú, así como el del senador Daniel Filmus y el del intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti.

   Malig, que se encuentra actualmente en la ciudad de San Petersburgo, ha considerado que Filmus y Pulti "ayudaron mucho enviando cartas al Gobierno ruso y realizando reuniones con personas e instituciones".

   "Esto demuestra una vez más que los argentinos somos solidarios y que siempre estamos para ayudar al prójimo sin bandería política y con acciones concretas", ha dicho.

   Interrogada sobre la liberación de su marido, que se produjo hace cinco días, ha asegurado que están "felices" por "poder estar juntos después de tantos días de angustia y desesperación". "El reencuentro fue inolvidable", ha afirmado.

   Ahora, ha indicado que "se están dando fuerza mutuamente para seguir luchando hasta que retiren los cargos" contra Pérez Orsi con el objetivo de "poder volver a casa lo antes posible".

   Pérez Orsi fue liberado el pasado 19 de noviembre junto a la activista brasileña Ana Paula Maciel, además de un neozelandés y un polaco, con lo que ascienden a 17 los que han conseguido salir de la cárcel por este caso.

DETENIDOS EN RUSIA

   Una treintena de miembros de Greenpeace fueron detenidos el pasado 18 de septiembre cuando intentaban asaltar una plataforma petrolera propiedad de la empresa rusa Gazprom en el golfo de Pechora para protestar por el riesgo ecológico para el océano Ártico.

   Un tribunal de la ciudad rusa de Murmansk les acusó formalmente de un delito de piratería, por el que podrían ser condenados a hasta 15 años de cárcel, y dictó dos meses de prisión preventiva en su contra. La defensa solicitó su liberación bajo fianza, pero les fue denegada.

   Finalmente, la sede judicial decidió cambiar los cargos de piratería por los de vandalismo, reduciendo considerablemente el marco penal al que se enfrentan los activistas, ya que la condena máxima por este último delito es de siete años de cárcel.

   Sin embargo, de momento la justicia rusa solamente ha ido formalizando la acusación de vandalismo, sin formalizar también la retirada de los cargos de piratería, algo por lo que el grupo ecologista ha expresado su preocupación.

APOYO DE GREENPEACE

   El pasado 9 de octubre, el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, escribió una carta al presidente ruso, Vladimir Putin, en la que se ofreció a viajar a Rusia como garantía del buen comportamiento de los 30 activistas, si son liberados.

   El activista sudafricano dijo que, aunque no esperaba "compartir el destino" de sus 30 compañeros, porque "las acciones de manifestantes pacíficos no pueden ser consideradas piratería", era un "riesgo" que estaba dispuesto a asumir.

   Por su parte, el director de la sección rusa de Greenpeace, Ivan Blokov, anunció que el grupo ecologista pretende denunciar a las autoridades rusas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por este caso.