Actualizado 17/12/2013 22:38

La presidenta argentina reivindica la democracia "frente a los violentos"

La Presidenta De Argentina, Cristina Fernández De Kirchner
REUTERS


BUENOS AIRES, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha reivindicado este lunes la democracia "frente a los violentos", en el marco de las protestas policiales que han dado paso a una ola de robos y violencia en buena parte del país, y ha denunciado que los saqueos fueron planificados.

En la celebración de los treinta años de democracia del país, tras la dictadura militar, la mandataria ha afirmado que los hechos violentos que se repiten en distintos municipios del país "son ejecutados y planificados con precisión quirúrgica". "Yo no soy ingenua. No creo en las casualidades", ha apostillado.

En este sentido, ha añadido que tampoco cree en los hechos que se generan por contagio, porque "por contagio son las paperas o las varicelas". Asimismo, ha advertido de que muchos de los protagonistas de los saqueos "son instrumentados sin saberlo", por otros intereses, tal y como ha detallado el diario argentino 'La Nación'.

Fernández ha añadido que es necesario "condenar la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla", aunque ha resaltado que quien tiene que juzgar es la Justicia --a la hora de buscar a los responsables de estos sucesos--.

"Promovimos la reinserción de las Fuerzas Armadas a los procesos democráticos, y hay que hacer lo mismo con las policías provinciales, de una vez por todas", ha aseverado la jefa de Estado, que ha considerado "imprescindible" que los más de 200.000 efectivos policiales de las zonas afectadas "cumplan la función que tienen que cumplir".

Al acto han acudido todos los expresidentes desde el retorno democrático en 1983, con la excepción de Eduardo Duhalde, que dijo que se ausentaría "por motivos personales". En concreto, han estado presentes los expresidentes Fernando De la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá, así como el hijo del expresidente Raúl Alfonsín.

Finalmente, durante la gala, en la que también han participado las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, se han entregado un premio al cantante español Joan Manuel Serrat, que habló por videoconferencia.

LA DEMOCRACIA EN ARGENTINA

El 10 de diciembre de 1983, Raúl Alfonsín tomó el mando de Argentina tras ser elegido dando fin al gobierno de facto de la dictadura militar autodenominada 'Proceso de Reorganización Nacional', la dictadura que gobernó el país desde el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de la presidenta María Estela Martínez de Perón.

El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue organizado por la Junta de Comandantes de las tres Fuerzas Armadas Argentinas, al mando del general Jorge Rafael Videla, comandante en jefe del Ejército; el almirante Eduardo Massera, comandante en jefe de la Armada, y Orlando Ramón Agosti, comandante en jefe de Aviación, quienes ocuparon el poder durante siete años.

La dictadura que vivió Argentina se caracterizó por el terrorismo de Estado, la constante violación de los Derechos Humanos, la desaparición y muerte de 30.000 personas, y el robo de recién nacidos entre otros crímenes de lesa humanidad.

Es por tal razón que, tres días después de asumir su cargo, Raúl Alfonsín firmó dos decretos en los que se procedía a enjuiciar a los miembros de las tres juntas militares. Además, creó la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas (Conadep), presidida por el escritor Ernesto Sabato.

En las elecciones del 14 de mayo de 1989, el candidato justicialista Carlos Saúl Menem, ganó las elecciones con el 49 por ciento de los votos. Asumió al poder el 8 de julio del mismo año tras una ola de saqueos a supermercados que afectó a todo el país, dejando un saldo de 14 muertos, lo que hizo renunciar a Alfonsín.