BUENOS AIRES, 13 May. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
El Gobierno volvió a acusar hoy a los dirigentes agropecuarios de haber frustrado un acuerdo "cuando estaba todo prácticamente acordado", mientras que el dirigente Eduardo Buzzi pidió hoy un llamamiento al diálogo por parte de la presidenta Cristina Fernández.
Hasta el jueves próximo los dirigentes del campo realizan una medida de fuerza que consiste en suspender la venta de cereales al exterior, justamente para protestar por el aumento del gravamen a las exportaciones de soja y girasol.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, habitual portavoz del Gobierno, dijo que los dirigentes del campo "inventaron un gesto de dureza de (el jefe de Gabinete) Alberto Fernández para justificar el paro" porque "es la forma que tienen ellos de sostener su condición de dirigentes".
La semana pasada se suspendieron las negociaciones después de una reunión del jefe de gabinete con los dirigentes de las cuatro principales entidades, cuando se estaba a punto de discutir las llamadas "retenciones" que es el impuesto que pagan las exportaciones de granos.
"El Gobierno mira al país como un todo. Es un análisis cuidadoso y medular respecto de cada una de las acciones que tiene que llevar a la práctica como política pública. Nosotros tenemos algún derecho a analizar cómo se estudia y se piensa respecto de lo que va avanzando. Y si eso mejora o perjudica, el análisis del costo de esto queda por parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner", dijo el jefe de gabinete.
Mientras, el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, dijo que los dirigentes del campo esperan que la presidenta haga un llamamiento al diálogo. Dijo que se podría resolver una tregua "por 24 horas" para facilitar las negociaciones. "Si se quiere, si hay humildad, racionalidad del lado del Gobierno, se puede discutir", afirmó el ruralista en declaraciones a radio América.