BUENOS AIRES, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Diócesis de Río Gallegos ha aclarado este sábado que el sacerdote Juan Carlos Molina ha asumido la Dirección de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) de Argentina "a título personal".
"Molina asume esta tarea a título personal, por la larga experiencia que tiene en el campo del trabajo con jóvenes que han caído en el flagelo de la droga, pero no lo hace ni en nombre ni en representación de la Iglesia Católica", ha dicho en un comunicado.
Además, ha informado de que "Molina ha acudido a su obispo diocesano, monseñor Miguel Ángel D'Annibale, para que le retire las licencias para el ejercicio público del ministerio sacerdotal, a fin de poder asumir el cargo que se le ha ofrecido".
La Diócesis de Río Gallegos ha explicado que "Molina mantiene el vínculo con su obispo y su clero" porque "la retirada de estas licencias solo significa que no puede celebrar los sacramentos ni presidir el culto público de la Iglesia Católica".
Asimismo, ha indicado que, dado que "está destinado a tiempo completo a cumplir con este servicio en una realidad tan compleja como la drogodependencia en Argentina", la retirada de estas licencias "estará pautada".
El jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, ha anunciado este sábado que Molina será el nuevo director del Sedronar porque se trata de "una persona de amplio trabajo en la problemática de la drogadicción".
Capitanich ha señalado que con Molina el Sedronar tenrá un "nuevo abordaje" de la drogadicción. "Desde la inclusión social, las oportunidades laborales, el deporte y la cultura es lo que verdaderamente nos permitirá recuperar a jóvenes", ha considerado.
Molina está vinculado a la familia Kirchner. Hasta ahora, era asesor 'ad honorem' de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Además, en Twitter muestra una fotografía suya con la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El nombramiento de Molina se produce en medio de la polémica que se ha desatado en Argentina después de que la Iglesia Católica advirtiera en un informe del aumento de la drogadicción. Las autoridades ya han prometido más recursos para luchar contra esta lacra social.