Actualizado 22/12/2007 06:18

Argentina.- La Justicia argentina confirma que los delitos de Montoneros no son de lesa humanidad

BUENOS AIRES, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Federal de Apelaciones de Buenos Aires dictaminó hoy que los delitos cometidos por los miembros de la agrupación Montoneros en la época de la última dictadura no pueden considerarse de lesa humanidad, con lo que sentó un precedente legal para futuras causas judiciales contra organizaciones guerrilleras argentinas.

Los jueces Gabriel Cavallo, Eduardo Freiler y Eduardo Farah confirmaron el sobreseimiento por prescripción del delito de Mario Firmenich y otros seis imputados por un ataque con explosivos a la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal, donde murieron unas catorce personas y varias más resultaron heridas, el 2 de julio de 1976.

El tribunal de apelaciones confirmó una sentencia anterior de la jueza federal María Servini de Cubría, al sostener que "es equivocado" sostener que los atentados atribuidos a la agrupación Montoneros fueron delitos de lesa humanidad. Además de Firmenich, se confirmó el sobreseimiento de los casos contra los imputados Marcelo Kurlat, Horacio Verbitsky, Laura Silvia Sofovich, Miguel Lauletta, Norberto Habegger y Lila Pastoriza.

Según el derecho penal internacional y un precedente aceptado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, los crímenes de lesa humanidad y por ende imprescriptibles "son cometidos por agente estatal en ejecución de acción gubernamental o por un grupo con capacidad de ejercer un dominio y ejecución análogos al estatal", declaró la Cámara, citada por el diario argentino 'La Nación'.

Para los jueces, Montoneros no "constituyó una organización entendida en esos términos, por lo que es equivocado sostener que los delitos a ella atribuidos constituyan crímenes contra la humanidad". "Sin duda el error radica en confundir la pretensión de acceder al poder político, que caracteriza a toda agrupación política -violenta o no- con el ejercicio del poder político, de dominio sobre una población civil determinada", agregó el fallo.

Los crímenes contra la humanidad "son cometidos en el marco de una acción masiva o sistemática, dirigida, organizada o tolerada por el poder político", ratificaron los jueces.

ATENTADO DEL GRUPO MONTONEROS

En la resolución se recordó que el fiscal federal Jorge Alvarez Berlanda había dictaminado que el ataque con un artefacto explosivo contra la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía, constituiría un delito común de "estrago", que tras 31 habría prescrito.

El atentado atribuido a Montoneros causó varios muertos, heridos y la destrucción parcial de las instalaciones, según la causa iniciada por un superviviente e impulsada por el abogado Norberto Giletta, el cual pidió que se declarase al hecho como delito de lesa humanidad, como sucedió con las causas por violaciones a los Derechos Humanos contra militares de la dictadura.

Aun así, la Cámara Federal rechazó los argumentos de Giletta y recordó que en la bautizada "Causa 13", el juicio contra las juntas militares, se dejó en claro que en 1975 "las bandas subversivas fueron derrotadas en todas las acciones de envergadura emprendidas y su capacidad operativa había sido drásticamente disminuida".

Además, los jueces concluyeron que el atentado contra la sede policial no puede considerarse de lesa humanidad "ni tampoco constituyó un crimen de guerra, como categoría integrante del derecho penal internacional".

"La naturaleza aberrante del suceso y el inconmensurable daño ocasionado, no ignorado por el Tribunal, no bastan por sí para superar los diques estrictos" de las normas internas, para las cuales los hechos "se encuentran prescritos", concluyó el fallo.

ORÍGEN DEL GRUPO

Montoneros surgió a inicios de los años setenta como el brazo izquierdista del peronismo. La organización, que al principio contó con el aval del propio Juan Domingo Perón, quebró su relación con el caudillo en 1973, cuando durante su tercera presidencia ordenó a Montoneros abandonar la acción armada.

La organización guerrillera continuó actuando en la clandestinidad, y entre 1979 y 1980 organizó una "contraofensiva" al régimen de facto en la que resultaron muertos varios de sus integrantes.

Los líderes de Montoneros, Firmenich, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Cirilo Perdía y Rodolfo Galimberti, fueron indultados en la década de los noventa por el entonces presidente, Carlos Menem, que otorgó el mismo beneficio a los militares condenados por violaciones a los Derechos Humanos.