Actualizado 27/08/2014 18:54

Kicillof insta al Congreso a no convertirse "en una escribanía" de Griesa

BUENOS AIRES, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, ha instado este miércoles al Congreso a no convertirse "en una escribanía" del juez estadounidense Thomas Griesa, en alusión al proyecto de ley que el Gobierno ha elaborado para cambiar la jurisdicción de los pagos a los bonistas que se sumaron a las reestructuraciones de deuda pública de 2005 y 2010 y que Griesa ha declarado "ilegal".

   Kicillof ha comparecido este miércoles ante el plenario de comisiones del Senado para exponer el proyecto de ley y persuadir a los legisladores de que den su visto bueno para que pueda convertirse en norma jurídica cuanto antes.

   "No existe la posibilidad de oponerse a este proyecto de ley sin dar alternativas, porque si el Congreso no hace nada, y ratifica la decisión de Griesa, termina convirtiéndose en una escribanía de Griesa", ha dicho, de acuerdo con el diario argentino 'Clarín'.

   El titular de Economía ha defendido que "esta alternativa de pago es la mejor", aunque ha subrayado que, en caso de no convencer al Congreso, podría cambiarse, insistiendo en que "esta situación requiera una posición afirmativa o negativa y además una propuesta".

   Kicillof ha alertado de que, "de no hacer nada, se ratifica la sentencia de Griesa, con todas las consecuencias que esto traerá". "Esta es una historia de usureros contra un Estado. Esta es una situación económica y financiera con una clara intención política", ha sostenido.

   "En las reuniones con el supuesto mediador designado por Griesa, nos advirtieron de que, si no pagábamos, íbamos a tener ataques a nuestra moneda y que iba a haber una enorme devaluación", ha revelado el ministro.

   También ha advertido de que, "además de atacar la moneda, quieren atacar al país", informando de que uno de los "fondos buitre" ha contratado a la ex secretaria de Estado de Estados Unidos Madeleine Albright para que lo asesore. "Para atacarnos a través del lobby en el Congreso estadounidense y en los foros internacionales", ha añadido.

   Kicillof ha señalado que el objetivo es "bloquear toda posibilidad de pago". "No nos dejemos engañar, esto no son fenómenos del normal funcionamiento del sistema económico y financiero, esto es lo que están provocando los fondos buitres para que nos arrodillemos y tiremos atrás todo lo que avanzamos", ha afirmado.

NEGOCIACIONES CONJUNTAS

   Por otro lado, ha anunciado que Argentina no volverá a negociar de forma individualizada con los fondos de inversión NML y Aurelius. "Tenemos que negociar con todos", ha considerado, según informa la agencia de noticias Reuters.

    Kicillof ha explicado que NML y Aurelius representan una mínima parte menor de la deuda soberana que Argentina no consiguió reestructurar. "Los títulos en esas mismas condiciones vienen a ser 6.500 millones de dólares", ha detallado.

CAMBIO DE JURISDICCIÓN

   La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, explicó la semana pasada que el objetivo del proyecto de ley es que los acreedores de deuda reestructurada puedan canjear sus bonos por nuevos papeles con las mismas condiciones pero bajo legislación argentina.

   Además, el proyecto de ley autorizará la eliminación de Bank of New York Mellon (BONY) como agente fiduciario y el nombramiento de Nación Fideicomisos, del estatal Banco Nación, como nuevo agente encargado del servicio de la deuda.

   A pesar de este anuncio, la jefa de Estado insistió en que Argentina quiere "solucionar el cien por cien de los tenedores de bonos de deuda argentina, en forma justa, equitativa, legal y sustentable, pero también de manera definitiva, porque el próximo 30 de septiembre tiene otro pago de 200 millones de dólares".

   Uno de los llamados "fondos buitre", Aurelius, ya ha expresado su rechazo a este proyecto de ley. "Los líderes argentinos han elegido ser unos bandidos. Han desobedecido los fallos de los tribunales estadounidenses", ha dicho en un comunicado.

"FONDOS BUITRE"

   La nación austral incurrió en 2002 en una cesación de pagos de unos 100.000 millones de dólares, deuda que se reestructuró en su mayor parte pagando menos de 30 centavos por cada dólar a los acreedores en 2005 y 2010.

   Una minoría de bonistas, a los que el 'kirchnerismo' se refiere 'fondos buitre', optaron por demandar a Argentina en tribunales de Estados Unidos, donde obtuvieron un fallo favorable en su reclamo del pago total de la deuda.

   Obviando este fallo, Argentina depositó en junio el dinero necesario para pagar a los bonistas de las reestructuraciones, pero Griesa bloqueó esos fondos para dar prioridad a los 'holdouts', lo que provocó que el país entrara en suspensión de pagos el 30 de julio.