BUENOS AIRES, 13 May. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafal Saralegui) -
El ex presidente Néstor Kirchner asumirá mañana la conducción del oficialista Partido Justicialista durante un acto que se realizará en el estadio del club Almagro, de la localidad de José Ingenieros, y en el cuál aún no está confirmada la asistencia de la presidenta Cristina Fernández.
Después de haber entregado la banda presidencial a su esposa el pasado 10 de diciembre, Kirchner no abandonó la política. Se instaló en unas lujosas oficinas en el barrio de Puerto Madero y desde allí se dedicó a reorganizar el Partido Justicialista, pese a que durante su mandato le dio la espalda buscó organizar un espacio "transversal", con dirigentes de otros partidos.
Kirchner quiere convertir al Partido Justicialista en una agrupación política fuerte que sirva de respaldo al gobierno de su esposa, en momentos en que enfrenta un duro conflicto con dirigentes del sector agropecuario, que se prolonga ya dos meses y del que aún no se vislumbra una salida.
El ex presidente asumirá la conducción del partido junto a los 74 integrantes del Consejo Directivo Nacional, entre los que se encuentran gobernadores provinciales, alcaldes, legisladores y sindicalistas provenientes de gremios cercanos al peronismo.
El diputado José María Díaz Bancalari, dijo a la agencia oficial Télam que hay una "gran expectativa" por la posible presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto de mañana. "Por supuesto que esperamos que esté", dijo el legislador.
"El Partido Justicialista, que es el partido de Gobierno, debe participar, concienciar y movilizar, como ocurre en cualquier sociedad organizada, sustentando y protegiendo al gobierno de los ataques", dijo Díaz Bancalari, un dirigente histórico de la provincia de Buenos Aires.
El acto se realizará en un estadio de un club de fútbol situado en un populoso distrito del llamado Gran Buenos Aires, después de que se descartara su realización en el estadio Luna Park, situado en el centro de Buenos Aires, ya que se trata de un distrito hostil al Gobierno.