BARCELONA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona decretó este mediodía la libertad provisional para las dos modelos argentinas encarceladas en la capital catalana desde octubre de 2006 acusadas de tráfico de drogas y que se enfrentan a penas de 11 años de prisión y a una multa de 2,1 millones de euros.
La magistrada de la Sección Séptima tomó esta decisión después de que, durante el juicio celebrado esta mañana, las acusadas, Jessica Almada y María Belén Téllez, de 20 y 22 años, respectivamente, aseguraran que no sabían que en cuatro de las seis maletas que facturaron y con las que llegaron al aeropuerto de Barcelona había 15,8 kilos de cocaína.
Las jóvenes deberán comparecer los días 1 y 15 de cada mes ante el tribunal, que tomó esta decisión basándose, según indica en el auto emitido, en la obligación que tienen los jueces de "dilatar lo menos posible la detención o prisión provisional de los inculpados".
Sin embargo, en abril de 2007, el tribunal ratificó la medida cautelar impuesta por el Juzgado de Instrucción número 4 de El Prat de Llobregat, que decretó la prisión provisional para ellas y su representante el 31 de octubre de 2006 a petición de la Fiscalía, que consideraba que podían escapar, dada "la naturaleza y gravedad de los hechos" y a su "condición de extranjeros".
"ANTESALA" DE LA ABSOLUCIÓN.
El director del bufete que ha representado a Jessica Almada, José Ángel González Franco, y la abogada de ésta, María Pascual, destacaron la "celeridad" con la que la Sección Séptima ha dictado "de oficio" el auto de libertad provisional "sin fianza" que ven como "la antesala de una sentencia absolutoria", agregó Pascual durante una rueda de prensa.
A pesar de la alegría con la que las procesadas recibieron la decisión judicial, González Franco señaló que la valoración jurídica debe ser "cauta y con todas las reservas del mundo", y que deberán esperar a celebrar la absolución de su representada hasta el lunes, cuando el tribunal les entregará la sentencia.
Jessica Almada se mostró "muy feliz" por reencontrarse con su madre, a quien no veía desde el pasado abril, y a su novio, y aseguró que cuando regrese a Argentina seguirá con su carrera como modelo y dejará atrás este último año y medio en la prisión barcelonesa de Wad-Ras, donde reconoció haber aprendido muchas cosas "buenas y malas", como valorar la libertad.
Momentos antes del juicio, el padre de Belén, Francisco Téllez, también se mostró muy esperanzado ante la posibilidad de que las dos chicas, que se encontraban "nerviosas y ansiosas por salir libres", pudiesen quedar hoy en libertad, ya que "no hay elementos para sostener la acusación".
El otro imputado y representante de las chicas, Alejandro Panno, sigue en prisión provisional tras admitir que las maletas eran suyas, si bien aseguró que se las había entregado ya llenas el promotor Marcos Rodríguez, como parte de un "canje", por el que Panno debía promocionar las maletas.
ROPA, MAQUILLAJE Y TRÍPODES.
Cuando recibió las maletas, éstas ya contenían ropa y maquillaje para las modelos, así como trípodes, filtros y otro material que utilizarían durante la sesión fotográfica que debían realizar en Manresa (Barcelona). Él sólo añadió la ropa que necesitaba para su estancia en España, por lo que considera que fue víctima de un engaño.
Las procesadas señalaron que el día antes del viaje Panno les propuso que guardaran también sus pertenencias en esas maletas, aunque ellas rehusaron el ofrecimiento porque ya habían preparado el equipaje, por lo que la primera vez que las vieron fue en el Aeropuerto de Buenos Aires.
Las chicas, que hoy se sentaron en un banco distinto al de Panno porque decían no soportar estar junto a él, aseguraron que sólo se encargaron de sus propias maletas --en las que no se encontró ninguna droga-- y que pasaron sin problemas la aduana del Aeropuerto de El Prat de Llobregat.
Sin embargo, las maletas estaban facturadas a nombre de María Belén Téllez, uno de los argumentos de la Fiscalía para inculpar a las procesadas, aunque ambas aseguraron que el empleado que las atendió en el mostrador de facturación lo hizo así porque la chica fue la primera en entregarle el pasaporte.
Un guardia civil explicó al tribunal que la mañana del 29 de octubre inspeccionaba, con un perro rastreador, las maletas que llegaron en el vuelo de Air Madrid procedente de Argentina y en el que viajaron los tres imputados. El animal detectó que en una de ellas había sustancias estupefacientes.
Los agentes de la aduana abrieron las maletas que llevaba Panno y en un doble fondo encontraron 15,8 kilos de cocaína con una pureza del 37,9 por ciento, cuyo valor en el mercado negro hubiera superado el millón de euros.
"La única culpa que tienen esas chicas es haberme acompañado a perseguir un sueño", sentenció durante el último turno de palabra Panno, que viajó a España con el objetivo de expandir su agencia de modelos.