BUENOS AIRES, 16 Ago. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
La candidata presidencial por la Coalición Cívica, Elisa Carrió, dijo que no es víctima de una persejución judicial, sino que quienes la persiguen son funcionarios y empresarios vinculados "con el poder", horas antes de que comience mañana un juicio en su contra por calumnias e injurias.
Carrió fue denunciada por supuestas calumnias injurias y calumnias promovidas por el empresario Héctor Antonio, propietario de una empresa dedicada a la pesca e hijo de un histórico dirigente del peronismo, Jorge Antonio, a raíz de declaraciones que realizó en su contra.
La candidata a la presidencia se sentará como acusada mañana, a partir de las 9.30, en el juzgado en lo correccional Nº 11, a cargo del juez Luis Schlegel. Carrió fue acusada por haber respaldado un informe del ARI, el partido político fundado por la dirigente, en el que vinculó a la empresa de Antonio con el homicidio de un empresario pesquero.
Carrió debe afrontar en los próximos meses otros dos juicios, vinculados con los mismos informes del ARI: uno fue iniciado por el cuestionado ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el tercero fue iniciado por el empresario pesquero español Fernando Álvarez Castellanos.
La dirigente podría terminar presa, debida a que las eventuales condenas que podría sufrir se sumarían, lo que la llevaría a prisión. Si en el primer juicio es condenada no iría a la cárcel, pero las siguientes condenas deberían sumarse.
"Con unas cremas, unos libros y la comunión diaria en (la cárcel de) Ezeiza no tengo problemas" en ir presa dijo Carrió en declaraciones al canal de televisión Todo Noticias. "El problema sería si estuviera afuera prisionera de la mentira, de la impunidad y de la connivencia", agregó.
"Se trata de una persecución de empresarios y ministros del poder. No se trata de una persecución judicial. El juez (Schlegel) está cumpliendo con su deber", dijo esta mañana en declaraciones a radio Continental.