BUENOS AIRES, 14 Dic. (EP/AP) -
Un oficial de la marina que murió a días de conocer el veredicto del juicio en su contra por los crímenes cometidos durante la dictadura, falleció por envenenamiento con cianuro, según revelaron hoy los resultados de la autopsia conocidos hoy.
El estudio detectó gran cantidad de cianuro en su sangre, lo que implica que la muerte del marino argentino Héctor Febres se produjo por envenenamiento, informaron las agencias locales, citando a los portavoces judiciales. Nadie en los tribunales estuvo disponible para confirmar la información.
Aun así, la autopsia no pudo determinar si se trató de un suicidio o un homicidio. De acuerdo con la agencia DyN, la jueza federal encargada del caso, Sandra Arrollo, ordenó detener a dos oficiales de la Prefectura Naval (guardia costera) a cargo de la base donde Febres permanecía detenido. Febres, de 66 años, fue hallado muerto el pasado lunes en su celda.
El procesado estaba confinado en una dependencia de la Prefectura Naval en la localidad de Tigre, a unos 30 kilómetros al norte de esta capital, y esperaba el veredicto del juicio por el secuestro y tortura de cuatro presos políticos detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros de detención y torturas clandestinos del régimen de facto de 1976 a 1983.
La sentencia iba a darse a conocer mañana. Decenas de testigos declararon en el proceso que Febres era uno de los principales encargados de aplicar la tortura a los detenidos. Los supervivientes a sus acciones contaron que se hacía llamar "Selva" por reunir en su persona "la ferocidad de todos los animales juntos".
La justicia argentina ha dictado tres sentencias de prisión perpetua contra varios participantes directos en la represión ilegal: el ex policía Julio Simón, el ex subjefe policial de Buenos Aires Miguel Etchecolatz y el sacerdote católico y ex capellán policial Christian Von Wernich.