Actualizado 04/02/2014 07:53

Piden reabrir la causa por la 'Masacre del Pabellón Séptimo'

Libro Masacre en el Pabellón Séptimo
Libro Masacre en el Pabellón Séptimo - CEPOC

BUENOS AIRES, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El equipo jurídico que impulsa la reapertura de la causa de la 'Masacre del Pabellón Séptimo', ocurrida el 14 de abril de 1978 en la cárcel de Villa Devoto, donde murieron al menos 65 presos, ha iniciado una campaña para reclamar que la Justicia investigue el caso como un delito de lesa humanidad.

   "Creemos que esta matanza debe investigarse como un delito de lesa humanidad. Y le vamos a pedir al juez Rafecas que actué en consecuencia", dijo a Télam la abogada Claudia Cesaroni, autora del libro Masacre del Pabellón Séptimo, en el que narra las alternativas de esta represión del Servicio Penitenciario Federal que hace 35 años se cobró la vida de decenas de reclusos en el penal de Villa Devoto.

   El 14 de marzo de 1978 decenas de personas murieron carbonizadas y algunas de ellas, con disparos de ametralladora, en el pabellón 7 de la Cárcel de Devoto, dependiente del Servicio Penitenciario Federal. En ese pabellón vivían 160 presos llamados "comunes".

   Enfrente, separados por un patio interno, estaba el pabellón de presas políticas. Algunas de ellas vieron cómo decenas de presos, jóvenes la mayoría, gritaban desesperados pidiendo ayuda, mientras se quemaban vivos. Lo que pasó allí se conoció como 'Motín de los colchones'.

   La Masacre del Pabellón Séptimo es la peor matanza que tuvo lugar en el sistema penal argentino y sucedió en plena dictadura, cuando la unidad carcelaria estaba bajo el control operativo del Primer Cuerpo de Ejército que comandaba el genocida Guillermo Suárez Mason.

   Ocurrió en la mañana del martes 14 de marzo de 1978, cuando efectivos del SPF irrumpieron en el pabellón séptimo de la cárcel y desataron una feroz represión que derivó en un incendio, al caer sobre los colchones varios de los calentadores que usaban los presos.

   Muchos detenidos fueron ultimados a tiros y otros perecieron por asfixia, atrapados entre el humo, el fuego y los disparos de los carceleros.

   La abogada Claudia Cesaroni, que encabeza el colectivo jurídico que promueve la revisión de un caso que está impune, aseguró que entre las víctima del también denominado 'Motín de los Colchones' podría haber un desaparecido.

   Se trataría de un militante uruguayo llamado Jorge Hernández Rodríguez, de 23 años, que fue secuestrado en agosto de 1976 tras participar en una asamblea en una fábrica de la localidad de Dock Sud.

   Meses después, Hernández Rodríguez quedó legalizado y fue trasladado a la cárcel de Devoto, donde se encontraba al momento de la masacre. Sin embargo, este ciudadano uruguayo, que tenía 23 años en 1978, permanece desaparecido y su legajo figura en las listas de la Conadep con el número 1.230.