Actualizado 13/03/2008 17:40

Argentina.- El sector agropecuario de Argentina paraliza su actividad en protesta de la política fiscal del Gobierno


BUENOS AIRES, 13 Mar. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

Las cuatro entidades que agrupan a los productores agropecuarios de la Argentina comenzaron hoy su paro de actividades de 48 horas para protestar contra la política del Gobierno para el sector, en medio de críticas cruzadas entre las autoridades y los dirigentes del campo.

El paro, ya en rigor, es la suspensión de la comercialización de productos agropecuarios en los mercados de granos y ganado entre hoy y el lunes, aunque las actividades se siguen desarrollando normalmente dentro de los establecimientos.

"Estoy en desacuerdo con este tipo de manifestaciones. Cualquiera que se asoma al interior, sabe cuál es la situación del campo", dijo el ministro de Economía, Martín Loustau, en declaraciones a la radio Del Plata. "Asemejar la situación actual con la de fines de los '90 es una injusticia", agregó el ministro.

"El ministro Lousteau debería cursar la materia economía agraria. No entiende de lo que está hablando", respondió el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, una entidad que agrupa a pequeños y medianos productores agropecuarios.

El motivo que disparó el paro fue la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de aumentar la alícuota de los impuestos a las exportaciones de soja y girasol, llamadas retenciones, con un esquema móvil para los próximos cuatro años, que variará según suban o bajen las cotizaciones de granos en los mercados internacionales.

El jefe de Gabinete Alberto Fernández consideró "desmesurada" la protesta del campo y dijo que la instrumentación de un sistema de retenciones móviles a las exportaciones de granos "tiende a ordenar y enmarcar un horizonte de previsibilidad para los que invierten en el campo".

"Las retenciones móviles garantizan eso, se han fijado un cuadro tarifario en materia de retenciones para los próximos cuatro años y todos saben a que avenirse", consideró Fernández quien admitió que no se podía negar que el aumento del impuesto "evidentemente tiene implicancias o efectos directos sobre las cuentas fiscales".