Actualizado 27/06/2014 20:48

Batalla por deuda argentina podría recortar oferta global de soja

Por Hugh Bronstein

BUENOS AIRES, 27 jun, 27 Jun. (Reuters/EP) -

- Los agricultores de Argentina dicen que retendrán sus granos de soja durante la segunda mitad del año si el Gobierno no logra alcanzar un acuerdo con sus acreedores impagos antes del final de julio y evitar un incumplimiento técnico.

Muchos productores ya están aferrándose a sus granos para cubrirse ante la elevada inflación en el país sudamericano, y afirman que serán aún más cautelosos a medida que avancen las conversaciones entre el Gobierno de Cristina Fernández y los llamados "holdouts" que no aceptaron canjes de deuda en 2005 y 2010.

Esos acreedores -a los que Argentina llama "buitres"- demandan la cancelación completa de unos bonos que cayeron en cesación de pagos en 2002 y han conseguido una serie de victorias en cortes estadounidenses que dejaron al país al borde de un nuevo "default".

"Con lo poco que se ha juntado (cosechado) este año, se especulará a ver si mejora la situación", dijo Carlos Novecourt, quien administra un campo en Carlos Casares, un pueblo del norte de la provincia de Buenos Aires.

El consecuente recorte de la oferta de soja argentina empujaría los precios internacionales de la oleaginosa y su harina derivada -de la cual el país austral es el mayor exportador global- en momentos de crecimiento de la demanda, especialmente por parte de China.

La incertidumbre ya está dando señales en el mercado global de harina de soja, con un despegue a niveles récord de las exportaciones de Estados Unidos, el tercer proveedor del producto.

Argentina, tercer exportador mundial de soja sin procesar, cosecharía 55,5 millones de toneladas de la oleaginosa en la actual campaña 2013/14, cuya recolección está a punto de terminar, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Durante los próximos dos meses, los chacareros locales venderán sus granos para juntar el dinero que necesiten para pagar los créditos con los que financiaron su siembra. Pero una vez que hayan pagado a los bancos empezarán a acopiar los porotos en sus campos.

"Después del final de agosto los agricultores argentinos retendrán unos 23,5 millones de toneladas de soja, con un valor de mercado de 12.000 millones de dólares. Bajo circunstancias normales, es decir sin el problema de la deuda, esa cifra sería de 18 millones de toneladas, por 9.300 millones de dólares", dijo el analista agrícola Pablo Adreani.

Mientras que China, un gigantesco consumidor de soja y sus derivados, está previsto que se incline más fuertemente hacia Brasil para obtener suministros en el corto plazo, antes de volcarse a Estados Unidos en el último trimestre de 2014, cuando llegue una cosecha de volumen récord en el país norteamericano.

El costo de los embarques inmediatos de soja de Argentina se dispararon el 5,6 por ciento durante la última semana, mientras que los cargamentos desde el puerto brasileño de Paranagua subieron un 5,2 por ciento, de acuerdo con datos de Reuters.

Los movimientos de precios superaron las ganancias del 2,7 por ciento en los futuros del mercado de Chicago y el alza de 3 por ciento en el costo de exportación desde la costa estadounidense del Golfo de México.

PAGO BLOQUEADO

Si para el final de julio el Gobierno no puede alcanzar un acuerdo con los "holdouts", Argentina caería en una nueva cesación de pagos, lo que podría hacer subir las tasas de interés y presionar aún más a un país golpeado por una inflación de cerca del 30 por ciento anual.

"La plata (el peso argentino) no tiene valor y si se vende mucha cantidad (de soja), no se puede invertir en algo que valga la pena. Uno va vendiendo a medida que va necesitando el dinero", dijo Novecourt.

Los chacareros entregan sus cultivos a cambio de pesos argentinos, los cuales no pueden convertir en dólares estadounidenses debido a las regulaciones que aplica el Gobierno sobre la plaza cambiaria para sostener la moneda local.

"Retener su cosecha es la principal manera en que los productores pueden cubrirse", dijo Ernesto Ambrosetti, un economista de la Sociedad Rural Argentina, la entidad que representa a los agricultores de mayor escala del país.

Ambrosetti añadió que el acopio de granos de soja se acentuará por temores a que el Gobierno pueda responder a un eventual default con mayores barreras a las importaciones, lo que elevaría el costo de maquinaria e insumos agrícolas manufacturados en el extranjero.

Un juez de Estados Unidos que defiende los intereses de los "holdouts" bloqueó el pago argentino de un vencimiento de deuda reestructurada que expira el lunes, con lo que el país tiene un período de gracia de 30 días para acordar con sus acreedores impagos antes de entrar en default.