MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un recital del ex madridista Ángel di María sirvió a la selección de Argentina para tomarse la revancha (2-4) ante Alemania, su verdugo en la final del Mundial de Brasil, y para aguar la fiesta de los germanos, que aprovecharon el duelo para homenajear a los jugadores retirados tras el título conseguido en Río.
Argentina no quiso ser un 'sparring' en el estreno del 'Tata' Martino como seleccionador, pero sobre todo por lo ocurrido en la final de Brasil. Alemania impidió el tercer título de la albiceleste y eso todavía escuece al equipo sudamericano. El que más demostró su picor fue Di María, el mejor del partido.
El nuevo jugador del Manchester United asistió en los tres primeros goles y firmó el cuarto. El 'fideo' sacó un sobresaliente y mandó un mensaje a los que no quisieron su continuidad en la casa blanca. El mejor jugador en la final de la 'Champions' tardó poco en abrir boca con un soberbio pase al 'Kun' Agüero con el exterior del pie.
El del City puso el 0-1, resultado que no se movería hasta escasos minutos antes del descanso. Lamela, haciendo bueno otro pase de Di María, dejó sin reacción a Neuer en lo que estaba siendo un auténtico baile de los sudamericanos, cada vez más cómodos sobre el césped de Dusseldorf, escenario del encuentro.
La 'Mannschaft', que alineó a jugadores no habituales, no aprovechó la ausencia de Leo Messi en el choque y encajó el tercero nada más comenzar la segunda mitad. Fede Fernández, con la testa, llevó al fondo de las mallas un gran servicio de Di María, quién culminó su gran actuación con el 0-4 en una acción personal.
Al final del encuentro Argentina --que ya goleó a España nada más ganar el Mundial en Sudáfrica-- levantó el pie del acelerador y la vigente campeona del mundo pudo recortar distancias. Andre Schurrle y Mario Gómez, en sendos fallos de Sergio Romero, establecieron el definitivo 2-4.