Actualizado 02/07/2015 08:10

Préstamo chino a Argentina llegaría en noviembre y aliviará reservas: jefe de Banco Central


BUENOS AIRES, 19 oct, 19 Oct. (Reuters/EP) -

- El swap de monedas que Argentina firmó con China este año estaría operativo en noviembre, lo que implicará un ingreso de dólares que aliviará las alicaídas reservas internacionales del país austral, dijo el jefe del Banco Central en una entrevista publicada el domingo por un diario local.

Las reservas en moneda extranjera, que el Gobierno usa para pagar vencimientos de deuda y para mantener un tipo de cambio controlado, están en un nivel bajo en momentos en que el país, que cayó en una nueva cesación de pagos en julio, tiene virtualmente cerrado el acceso al crédito externo.

"El swap con el Banco Popular de China (...) estimamos que esté operativo en el transcurso de noviembre", dijo sin dar más detalles el presidente del Banco Central argentino, Alejandro Vanoli, en una entrevista con el periódico oficialista Página/12.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, firmó en julio acuerdos a tres años para recibir unos 11.000 millones de dólares de China. Fuentes bancarias dijeron a Reuters que el Banco Central obtendrá este año entre 700 millones y 800 millones de dólares de su par asiático.

Las reservas internacionales del Banco Central cayeron más de un 30 por ciento desde inicios del año pasado, por una fuga de capitales y la política del Gobierno de usarlas para cancelar sus gastos en moneda extranjera.

"Las reservas están para ser usadas. El Gobierno no tiene ningún temor, en una situación tan particular como la actual, en pagar deuda con reservas", señaló Vanoli, designado al frente de la autoridad monetaria a principios de mes, en medio de presiones para una devaluación y una economía estancada.

"Terminaremos el año con un stock de reservas cercano al actual", agregó. Según datos del Banco Central actualizados el viernes, las reservas internacionales de Argentina suman unos 27.300 millones de dólares.

El viernes, el Ministerio de Economía dijo que colocará un nuevo bono soberano por hasta 1.000 millones de dólares, pagadero en pesos, vinculado a la evolución del tipo de cambio.

El país sudamericano cayó en default en julio luego de que no pudo pagar vencimientos de parte de su deuda reestructurada por un bloqueo judicial de una corte estadounidense, que le ordenó compensar con unos 1.600 millones de dólares a acreedores que rechazaron en dos ocasiones canjear sus bonos impagos.

Argentina ha resistido la sentencia y afirma que no puede negociar con los acreedores que la demandaron -liderados por los fondos de inversión NML y Aurelius Capital Management- ya que una cláusula (RUFO) que vence a fin de año le impide ofrecer mejores términos de pago que aquellos incluidos en sus canjes de deuda.

Pero Vanoli dijo que en 2015 las negociaciones no serían fáciles y que dependerán de que los fondos, que reclaman el pago total de bonos que compraron a precios reducidos tras el masivo default argentino de 2002, flexibilicen sus demandas.

"Respecto de la cláusula RUFO y su vigencia hasta el 31 de diciembre próximo, se instaló la idea de que el 2 de enero está todo arreglado. Y la respuesta es que el 2 de enero no va a pasar nada", señaló.

"Este año no podemos ni sentarnos a negociar. Si a futuro se flexibiliza el pedido de los buitres (fondos de cobertura), alineado al resto de los acreedores en búsqueda de una solución integral, puede haber una respuesta", añadió.

Los bonistas que ganaron el juicio en la corte del juez de distrito de Nueva York Thomas Griesa son sólo parte de los acreedores que no reestructuraron su deuda, por lo que un acuerdo con esos fondos significaría que el país puede enfrentar reclamos de igual tratamiento de otros acreedores impagos.

Vanoli dijo también que el Gobierno -que aplica un rígido control sobre el mercado de cambios- está intentando estabilizar la plaza cambiaria tras la fuerte caída del peso argentino frente al dólar en enero y en medio de nuevas presiones devaluatorias.

"Se están tomando todos los pasos, no sólo para estabilizar el mercado cambiario sino también para generar las condiciones para acelerar la liquidación (de dólares) de los exportadores", afirmó.