LA PAZ, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Unos 300 jubilados han iniciado este lunes una marcha desde la ciudad de Konani hasta La Paz para reclamar al Gobierno de Bolivia una paga extra de 3.000 bolivianos (427 dólares) que compense sus bajos ingresos, algo que el Ejecutivo ya ha calificado de imposible.
Los manifestantes han comenzado su andadura a las 11.30 (hora local) escoltados por policías y dos ambulancias que les acompañarán a lo largo de los 160 kilómetros que separan Konani de la capital boliviana.
El secretario ejecutivo de la Confederación de Jubilados y Rentistas de Bolivia, Irineo Rivera, prevé que al menos 4.000 de sus 133.000 afiliados se sumen a esta movilización en los próximos días desde otras ciudades del país andino.
"Algunos de los afiliados tienen algunas imposibilidades físicas, pero van a asistir. Si hay que pagar con nuestra vida a esta reivindicación, lo haremos de esa forma", ha dicho, en declaraciones recogidas por el diario boliviano 'La Razón'.
El ministro de Economía, Luis Arce, ha criticado la postura "intransigente" de los jubilados de seguir adelante con la marcha hacia La Paz, advirtiendo de que "el tema se está politizando" de cara a las elecciones generales del próximo 12 de octubre.
"Si se aceptara su segundo aguinaldo y su bono de jubilado, eso implicaría 92 millones de dólares que el Estado boliviano no se encuentra en posibilidad de garantizar", dijo Arce hace dos semanas sobre la propuesta de los pensionistas.
Arce defendió que su Ministerio "actúa con absoluta responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas" y que, tras analizar la cuestión, ha llegado a la conclusión de "en el tiempo no es sostenible este pago".
Según precisó, si éste se llevara a cabo "el próximo año no habría posibilidad de hacerlo y eso es irresponsable por parte de un Gobierno". No obstante, aseguró que los más de 560 millones de dólares para el pago de las pensiones están garantizados.