Actualizado 06/08/2008 21:26

Bolivia.- Bolivia celebra su fiesta nacional marcada por la tensión del referéndum del domingo


LA PAZ, 6 Ago. (Reuters/EP) -

Bolivia celebra este miércoles su fiesta nacional marcada por un ambiente de tensión previo a un referéndum revocatorio sobre los mandatos del presidente, Evo Morales, y nueve gobernadores regionales de la oposición, en un país aún conmocionado por la muerte de dos mineros en medio de la aguda polarización política.

El clima de confrontación ha obligado a suspender el acto central de las celebraciones del 183 aniversario de la independencia, una tradicional sesión de honor del Congreso que debía realizarse en la ciudad de Sucre, capital legal del país, en la que el presidente Morales debía presentar su informe anual.

En su lugar, el mandatario escogió un balcón del Palacio Quemado, en La Paz, para emitir su mensaje y la oposición programó una sesión del Senado en Sucre. "El Gobierno quiere evitar que la fiesta nacional se convierta en otro escenario más en el que la oposición busque violencia", afirmó el portavoz gubernamental, Iván Canelas.

Mientras Morales, el vicepresidente Alvaro García, el gabinete ministerial y los altos mandos militar y policial iniciaban las celebraciones, que fueron programadas a última hora en La Paz, el portavoz reiteró que "el Gobierno garantiza que los bolivianos podrán ir a las urnas y decidir quién se va y quién se queda".

La tensión política que precede al referéndum del domingo se acrecentó el martes, cuando dos mineros murieron en choques con policías y una violenta protesta cívica impidió una visita a Bolivia de los mandatarios de Argentina, Cristina Fernández, y de Venezuela, Hugo Chávez.

Fernández y Chávez no pudieron renovar su respaldo a Morales, quien espera del referendo tanto su propia ratificación como la caída de algunos de los prefectos regionales opositores que desde principios de año han bloqueado su "revolución democrática y cultural".

Canelas ratificó que el Gobierno espera el referendo para "acelerar y profundizar" la llamada "refundación" del empobrecido país, con una nueva Constitución de línea indigenista y socialista a la que la mayoría de los prefectos se opone exigiendo demandas de autonomía.

Los sucesos del martes se sumaron a huelgas de hambre iniciadas el pasado fin de semana por dirigentes cívicos del distrito oriental de Santa Cruz y el amazónico Beni, en defensa de una parte de un impuesto regional retenido por el Gobierno y en apoyo a sus prefectos de cara al referendo.