Actualizado 05/09/2008 14:10

Bolivia.- Cáritas lanza un programa para ayudar a los campesinos sin tierra a obtener un título de propiedad


MADIRD, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

Cáritas Bolivia ha puesto en marcha el Programa Tierra para ayudar a los campesinos sin tierra a que puedan acceder a un título de propiedad que les garantice una estabilidad, a través de cursos de formación para líderes locales.

El objetivo de los cursos es que aprendan aspectos jurídicos, análisis de la realidad, conceptos básicos sobre Derechos Humanos y habilidades de liderazgo, según explica Marcelo Ortega, responsable del Programa Tierra de Cáritas Bolivia.

"Siempre nos basamos en la doctrina social de la Iglesia y las cartas pastorales de nuestros obispos sobre el tema de la tierra", señaa el abogado boliviano, que trabaja desde hace años por los derechos de los más pobres.

Durante varias décadas Bolivia ha tenido leyes de reforma agraria que han favorecido la concentración de la tierra en pocas manos, primero de los militares y después de líderes políticos que recibieron parcelas como pago por favores.

Según Ortega, una ley que estuvo vigente de 1953 a 1992 distribuyó 44 millones de hectáreas con resultados "desastrosos", que provocó que el 97 por ciento de la propiedad agrícola fuera a parar a manos de sólo un 20 por ciento de propietarios.

SÓLO UN 3% DE LA TIERRA

Mientras tanto, una gran masa de campesinos, que representan el 80 por ciento restante, tiene a su disposición sólo un 3 por ciento del total de la tierra de explotación agrícola que hay en Bolivia, según el responsable del programa.

"Este desigual reparto es fruto de haber despojado a muchos campesinos de sus tierras por parte de personas con grandes influencias políticas, y el resultado que los indígenas que perdieron su tierra se han sentido extranjeros en su propio país", denuncia.

El Programa Tierra trabaja para que cada familia reúna la documentación que les permita tener sus títulos de propiedad, un proceso que suele ser "largo y difícil", según reconoce el responsable del proyecto.

Para realizar esta legalización de propiedades la Iglesia se apoya en una ley de la tierra que se promulgó en 1996 para favorecer a los pequeños propietarios y que originariamente debía haber durado diez años, pero que ante la falta de resultados se prolongó otros siete.

La nueva Constitución de Bolivia prohíbe el latifundismo, entendido como la tenencia improductiva de la tierra, y establece también (artículo 398) que en ningún caso la superficie máxima de una hacienda podrá exceder las 10.000 hectáreas.