LA PAZ, 10 Jun. (Reuters/EP) -
Miles de seguidores del presidente boliviano, Evo Morales, protestaron ayer frente a la sede de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, exigiendo la extradición del ex mandatario Gonzalo Sánchez y dos de sus colaboradores, acusados de genocidio.
La protesta, protagonizada principalmente por habitantes de la ciudad de El Alto, se hizo eco de un reclamo de Morales para que Washington deje de proteger al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ex ministros Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berindoague y los entregue a la justicia boliviana.
La marcha de los alteños, convocada desde hace una semana para condenar recientes actos que consideran de racismo y supuestos intentos separatistas de la oposición derechista, acabó convirtiéndose en una protesta antiestadounidense después de que hace cuatro días se conociera que Washington otorgó asilo político a Sánchez Berzaín.
"¡Justicia, justicia!", "¡Bolivia libre, no una colonia 'Yankee'!", gritaron manifestantes durante la protesta que paralizó el centro de La Paz por casi cuatro horas y concluyó con enfrentamientos entre alteños y policías que custodiaban la sede diplomática.
Cientos de agentes de Policía dispararon gases lacrimógenos para dispersar a los grupos de la protesta, realizada al mismo tiempo que comienzan las campañas hacia un referendo revocatorio del mandato de Morales y nueve prefectos regionales.
La ciudad de El Alto, a doce kilómetros de La Paz, es uno de los bastiones electorales del mandatario boliviano, quien ha dicho que confía salir airoso del referendo programado para el 10 de agosto.
¿EXTRADICION TRAMITADA?
A Sánchez de Lozada y a Sánchez Berzaín se les acusa de haber ordenado una represión militar contra una serie de protestas antigubernamentales en octubre de 2003, en acciones que dejaron más de 60 muertos y cientos de heridos.
Sánchez Berzaín, que ejerció como ministro de Gobierno y de Defensa, dijo la semana pasada a una radio local que Estados Unidos le había otorgado la condición de refugiado político, comentarios que desataron un nuevo conflicto entre los Gobiernos de Bolivia y el norteamericano.
"El Gobierno de George W. Bush ha decidido dar refugio al carnicero de Sánchez Berzaín. No podemos tolerar (esto)", expresó a una emisora de radio local, Roberto de la Cruz, uno de los líderes de la protesta.
Al igual que su principal aliado regional, el presidente venezolano Hugo Chávez, Morales es un fuerte crítico del Gobierno de Estados Unidos, país al que habitualmente se refiere como "el imperio".
Por su parte, la embajada estadounidense en La Paz ha evitado hacer comentarios sobre el estatus legal de Sánchez Berzaín. Sin embargo, si bien el Gobierno de Morales ha señalado que Bolivia tramita su extradición y la de Sánchez de Lozada, el embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg, declaró que aún no ha sido solicitada formalmente la entrega de los políticos.
"Tenemos un tratado sobre extradición, pero no hemos recibido un pedido de Bolivia. Vamos a tratarlo cuando lo recibamos", dijo el diplomático, según declaraciones publicadas el pasado domingo por un diario del país, que contradijeron informes previos del Gobierno boliviano.