Actualizado 27/04/2008 00:59

Bolivia.- El ministro de Exteriores boliviano alerta de que Bolivia corre el riesgo de verse sumida en la violencia


WASHINGTON, 26 Abr. (Reuters/EP) -

El ministro de Asuntos Exteriores boliviano, David Choquehuanca, aseguró hoy que en Bolivia hay una "conspiración" contra el Gobierno del presidente Evo Morales que puede desembocar en violencia. Choquehuanca, quien compareció en una sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocada para estudiar la crisis política que se vive en el país andino.

Durante la reunión realizada en Washington, Choquehuanca avaló el reciente informe elaborado por una misión de la OEA, que llegó a Bolivia para examinar la crisis desatada por la demanda de autonomía de algunas regiones que el Gobierno boliviano considera ilegales. "Lo que está sucediendo en Bolivia es una verdadera conspiración contra el poder democráticamente conquistado", dijo el canciller frente al Consejo Permanente de la OEA.

Choquehuanca matizó que el Ejecutivo boliviano sigue abierto al diálogo, pero advirtió de que en el país existen intereses políticos que obstaculizan una negociación, lo que "puede derivar en enfrentamiento y violencia". "Los que bloquean la negociación deben asumir las consecuencias de un posible escenario de violencia y confrontación entre bolivianos", añadió.

Reiteró además que el presidente Morales pidió incluso a los movimientos sociales que eviten protestar en el rico departamento oriental de Santa Cruz para evitar confrontaciones antes de un referéndum de autonomía convocado para el 4 de mayo. Además del referendo de Santa Cruz y pese a expresas prohibiciones del Gobierno, del Congreso y de la Corte Nacional Electoral, se ha llamado a otras consultas en el departamento de Tarija, que alberga más del 80 por ciento de las enormes reservas de gas de Bolivia, y en los distritos amazónicos de Beni y de Pando.

SIN FECHAS

El secretario político de la OEA, el ex ministro de Exteriores argentino Dante Caputo, quien organizó el informe del organismo sobre la crisis, señaló que habló con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, para discutir avances y buscar un canal de diálogo. Sugirió una mediación "indirecta" liderada por la OEA y un posible viaje de la misión del organismo a Bolivia el martes.

Como respuesta, recibió una carta donde se mantiene la disposición al diálogo, pero sin una fecha determinada, lo que el secretario general del organismo, José Miguel Insulza, calificó de respuesta insuficiente. "Esperamos una respuesta más directa", comentó Insulza. "Que diga de qué manera y cuándo" se puede empezar un canal de negociación", agregó.

Las autoridades bolivianas pidieron una nueva reunión en la OEA para el 1 de mayo que, según fuentes del organismo, debe ser convocada a más tardar a finales de la semana que viene, antes del referéndum de Santa Cruz.

La Paz recibió el apoyo de los países de la OEA, formada por 34 países miembros, y la mediación adicional de un grupo de naciones aliadas conformado por Brasil, Argentina y Colombia. Además, obtuvo recientemente el respaldo de los países del grupo de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), integrado por Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela.

El embajador de Venezuela ante la OEA, Jorge Valero, aprovechó la sesión para denunciar que estaría en "curso un golpe de Estado" en Bolivia, que amenaza la integridad territorial del país por un "intento de la élite dominante de controlar la economía y los recursos naturales". En un discurso, Valero recordó palabras recientes del presidente Morales en las que llamó al "pueblo" y a las "fuerzas armadas" a defender la unidad del país.