Actualizado 17/12/2013 22:27

Brasil. Dirceu pide al Tribunal Supremo que analice su solicitud para poder trabajar fuera de la cárcel durante el día


MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

La defensa del exjefe de Gabinete durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula Da Silva, José Dirceu, condenado por el caso 'mensalao', ha pedido al Tribunal Supremo de Brasil que analice "rápidamente" la solicitud para trabajar durante el día hecha en nombre su acusado, en virtud del 'Estatuto del Anciano', que da prioridad a los casos de personas mayores de 60 años --Dirceu tiene 67--.

De esta forma, Dirceu se podría acoger a un régimen semiabierto, que le permitiría trabajar durante el día y volver a la cárcel por la noche para dormir. Este mismo miércoles presentó una oferta que le habían ofrecido para trabajar como gerente en un hotel de Brasilia con un sueldo de 20.000 reales mensuales --unos 6.350 euros--.

Tal y como informa el diario brasileño 'O Globo', el organismo encargado de la ejecución de las penas ha respondido que la petición de Dirceu será estudiada según el estricto orden de llagada de dichas solicitudes. El extesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Delúbio Rod Smith también ha enviado una petición para trabajar fuera de la prisión.

El abogado de Dirceu sostiene que su cliente reúne las condiciones personales necesarias para empezar a trabajar y tiene "todos los papeles en regla". El contrato con el hotel se firmó el pasado 22 de noviembre y el horario de trabajo sería de 8.00 a 17.00 horas, con una hora de descanso para el almuerzo.

El político ha sido condenado en el proceso de asignación mensual hasta diez años y diez meses de prisión por soborno y conspiración.

EL 'MENSALAO'

Con este nombre se conoce al mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, que consistió en la compra de votos por parte del Partido de los Trabajadores a congresistas de partidos políticos afines para garantizar su apoyo al Gobierno de Lula da Silva en la sede legislativa.

El conocido como 'juicio del siglo' consiguió sentar en el banquillo a 38 personas, entre exministros, excongresitas, banqueros y empresarios, por corrupción, peculado, blanqueo de capitales, evasión de divisas y organización criminal.

Lula, que nunca llegó a ser imputado, negó en todo momento que conociera la existencia de esta red de compra de votos, a pesar de lo cual pidió perdón, consiguiendo la reelección en los comicios presidenciales de 2006.