Actualizado 14/02/2014 07:18

El joven detenido dice que le ofrecieron dinero por ir a protestar

Caio Silva de Souza, sospechoso de matar a cámara brasileño
Foto: POLICÍA

BRASILIA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Caio Silva de Souza, el joven detenido por la muerte del cámara brasileño Santiago Idílio Andrade, de 49 años, ha asegurado que recibió una oferta económica en efectivo por asistir a la manifestación del pasado jueves en Río de Janeiro --contra la subida del precio del billete de autobús--, en la que tuvo lugar el trágico suceso.

   El joven, de 22 años, hace referencia a "personas" que proporcionarían apoyo financiero para pagar billetes y comida para animar a los jóvenes a acudir a nuevas manifestaciones. Así, añade que creía que "quienes portan las pancartas son los que están pagando a los manifestantes".

   De Souza y Fábio Raposo han sido detenidos y acusados de haber disparado el explosivo que golpeó y mató al cámara. El primero de ellos ha dado estas declaraciones desde el Complejo Penitenciario de Bangú, donde se encuentra preso, tal y como recoge el diario brasileño 'Folha'.

   Su abogado, Jonas Tadeu, acusó el miércoles a partidos políticos, concejales y legisladores estatales --sin aportar nombres-- de financiar actos de vandalismo, pagando hasta 150 reales (45 euros) a jóvenes pobres para que participen en las manifestaciones y generen disturbios.

   "Algunos manifestantes, después de causar disturbios y lanzar explosivos en las manifestaciones, regresan a casa con 150 reales en el bolsillo", denunció el letrado, que ha añadido que éste sería el caso de sus dos defendidos. "Hay muchas personas que lo promueven", dijo el abogado en una entrevista concedida al diario brasileño 'O Globo'.

   El abogado insistió en que De Souza y Raposo acudieron a ésta y otras protestas en el transporte que les proporcionarían los presuntos delincuentes, que "también les entregan explosivos, máscaras de gas y accesorios de guerra urbana". Tadeu concluyó que funcionan como una organización "piramidal" para sacar provecho político de los incidentes que se producen en la calle.