Actualizado 02/09/2008 04:31

Brasil.- Lula decide quitar de su cargo a la cúpula de la agencia de inteligencia por las supuestas escuchas ilegales

BRASILIA, 2 Sep. (Reuters/EP) -

El presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, quitó ayer del cargo a la cúpula de la agencia estatal de inteligencia, hasta que concluya una investigación sobre una denuncia de que la entidad espió al titular de la Corte Suprema de justicia y a legisladores.

El presidente tomó la decisión, como habían reclamado políticos oficialistas y opositores, después de que el Gobierno fuese sacudido por un reportaje de la revista Veja, que el fin de semana denunció el caso. Lula apoyó así una petición del jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, general Jorge Armando Felix, al ministro de Justicia, Tarso Genro, para que la Policía Federal investigue el caso, indicó un comunicado de prensa de la Presidencia.

"Para asegurar la transparencia de la investigación," el mandatario decidió separar a la dirección de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) hasta que se concluyan las pesquisas, agregó. Lula también dispuso que el Ministerio de Justicia elabore, junto al Tribunal Supremo Federal, la suprema corte de Brasil, un proyecto de ley que endurezca la responsabilidad administrativa de los agentes públicos que intercepten ilegalmente conversaciones telefónicas.

Veja informó de que la Abin espió al presidente del STF, Gilmar Mendes, e interceptó sus teléfonos. El semanario publicó lo que dijo era la transcripción de una conversación de Mendes con un legislador. Según la revista, un agente de Abin que entregó la transcripción dijo que tales intervenciones telefónicas ilegales de autoridades eran comunes y que también incluyeron al jefe del Senado y dos miembros del Gabinete.

Lula se reunió ayer con Mendes y el jefe de Abin por tres horas antes de ordenar la investigación policial. En la reunión, "el presidente manifestó indignación y preocupación con la posibilidad de que haya existido 'pinchazo'", informó a la prensa el portavoz de Lula, Marcelo Baumbach.

Dirigentes oficialistas y opositores condenaron el supuesto espionaje como un ataque a la democracia y una vuelta a los días de la dictadura militar de Brasil (1964-1985), cuando los servicios de inteligencia descubrían disidentes, algunos de los cuales fueron torturados o muertos.

Los críticos sostienen que Abin, que reporta al asesor de seguridad institucional de Lula, carece de transparencia y controles externos. "Hay una completa falta de control en el aparato estatal", comentó Mendes a los periodistas. El presidente del Senado, Garibalde Alves, uno de los supuestos blancos de espionaje y de un partido oficialista, dijo que eran "necesarias medidas enérgicas" de parte de Lula sobre el caso.

El senador José Agripino, del opositor partido DEM, aseguró que "la credibilidad de nuestras instituciones ha sido dañada". El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) convocó a su comité ejecutivo para el miércoles a fin de discutir el asunto.

Desde que Lula asumió el cargo en enero de 2003, varios miembros de su Gabinete debieron renunciar por escándalos de corrupción, que sin embargo no alcanzaron directamente al presidente, un carismático ex líder sindical.