SAO PAULO, 21 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró ayer que su Gobierno trabaja para mantener un equilibrio entre la oferta y la demanda, a fin de evitar que la inflación vuelva a azotar al país.
Lula, durante el inicio de unas obras en una favela de Sao Paulo, afirmó que la inflación "es la peor desgracia para el pueblo que vive del salario, porque la inflación come el salario". El presidente afirmó que la culpa de las presiones inflacionarias producidas por el alza de los alimentos derivan de un mayor consumo en América Latina, Africa y Asia.
Los índices de precios al consumo han acelerado su escalada en Brasil en los últimos meses y, según un sondeo semanal del Banco Central, el mercado financiero espera que este año la inflación llegue al 5,12 por ciento, por encima de la meta oficial del 4,5 por ciento. Lula indicó que la solución para el alza de los alimentos será una mayor producción, que responda al aumento del consumo.
Por otro lado, el presidente subrayó que la producción de granos del país alcanzará este año un volumen récord de 142 millones de toneladas. Brasil está creciendo de forma "muy importante" y el Gobierno no puede permitir la vuelta de la inflación a causa de la mayor demanda, agregó.
"Estamos trabajando para tener una combinación perfecta entre la capacidad productiva del país y la capacidad de la demanda", dijo Lula. "En el momento en que el pueblo puede comprar más, las industrias necesitan producir más", agregó.