El niño nació en Barcelona y tanto su esposa como el niño, de 2 años, tienen la doble nacionalidad, española y brasileña
BARCELONA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía Federal brasileña impidió a Lucía Silva y a su hijo Leonardo, de dos años de edad, ambos con doble nacionalidad, española y brasileña, subir al avión de regreso a Barcelona el pasado sábado por la noche según el marido de Lucía, José Ramón Algora.
"Necesitaban una autorización paterna para salir del país, pero es todo una excusa", explicó su marido esta mañana, ante las puertas del Consulado de Brasil de la ciudad condal. El padre lamentó la incongruencia de la situación porque su hijo nació en Barcelona hace menos de dos años por lo que "no tiene sentido que pidan papeles para dejarlo volver a su país", añadió.
Tras varias negociaciones con las autoridades brasileñas, este fin de semana, el padre consiguió que aceptasen una carta autentificada por el Consulado de Brasil, gracias a la cual Lucía y Leonardo "podrán salir el jueves". Aún así, José Ramón afirmó que "nadie garantiza nada".
SE ENCUENTRAN "BIEN PERO DESCONTENTOS".
"Lucía y mi hijo se encuentran bien a pesar de no estar contentos con la situación", afirmó José Ramón, visiblemente afectado por la separación de su familia, mientras mostró imágenes de la mujer y el niño en la Villa Olímpica de Barcelona.
En su opinión, este problema surgió a raíz de la doble nacionalidad de su esposa y su intención de salir del país después de ver a la familia y "sólo presentar el pasaporte de ciudadana brasileña y no el español".
La crisis consular entre los dos países se ha saldado con al menos 13 viajeros rechazados y devueltos a España desde aeropuertos brasileños, pero José Ramón considera que el responsable de estas situaciones es "un equipo de policías del aeropuerto de Barajas".
Para el marido de Lucía no se trata ya de "un conflicto político" sino de respeto a los derechos humanos. Y, "en el aeropuerto de Madrid no respetan los derechos humanos", denunció. Por eso, añadió que "no es normal permitir que las personas duerman una semana en el suelo y les quiten todas sus pertinencias sin motivo", concluyó.