Actualizado 12/09/2014 05:06

Silva se siente como David "contra un batallón de Goliats"

BRASILIA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La candidata presidencial del Partido Socialista de Brasil (PSB), Marina Silva, ha lamentado que la campaña electoral se haya convertido en una lucha de David "contra un batallón de Goliats con artillería pesada", en referencia a la estrategia de sus rivales; Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) y Aécio Neves (Partido de la Socialdemocracia Brasileña).

   En su opinión, los otros dos presidenciables y sus equipos no paran de lanzar rumores para desgastarla, como que acabará con programas sociales o que dejará de lado la explotación de los yacimientos petrolíferos marinos. "Y no se puede ser presidente a base de mentiras", ha criticado, subrayando que ella prefiere una campaña en positivo.

   En una entrevista con periodistas y lectores del diario 'O Globo', la candidata socialista también ha dicho sentirse víctima de prejuicios debido a su fe evangélica. Considera que a ella se le pregunta constantemente por sus creencias religiosas y sobre si éstas influirán a la hora de gobernar. "No veo a las personas católicas ser tan preguntadas sobre el estado laico", ha dicho.

   Así, ha aprovechado para remarcar que Brasil es un estado "laico, pero no ateo" y que lo que debe hacerse es garantizar que todas las creencias religiosas puedan profesarse en libertad. Uno de los temas por los que sus creencias han sido más cuestionadas ha sido su postura cambiante respecto a los derechos de la comunidad homosexual.

   Preguntada por el polémico cambio en su programa electoral Silva ha repetido de nuevo que fue "un error de los coordinadores de campaña" y que, en cualquier caso, el programa del PSB en lo referente a la comunidad LGTB es el más completo de todos, porque los de Neves y Rousseff liquidan el tema "en una línea".

El "TSUNAMI" DE LA ECONOMÍA

   Sobre la economía, Silva ha criticado que Rousseff y el PT sigan instalados en el optimismo, porque --según su criterio-- lo que antes era "una marejadilla" ahora ya es un "tsunami que se lo está tragando todo", y ha puesto de relieve que, mientras en el panorama internacional la perspectiva ya es de mejora y cambio de ciclo, en Brasil las cosas están empeorando.

   La candidata socialista cree que para que mejore la economía hay que invertir en educación y recuperar la credibilidad del país. Aunque ha sido repreguntada en varias ocasiones sobre medidas concretas tan sólo ha avanzado que en caso de ser elegida pondrá en marcha una reforma tributaria en su primer mes de Gobierno. También ha prometido crear un "consejo de responsabilidad fiscal".

   Otro de los temas abordados por la ex senadora han sido los Juegos Olímpicos que albergará Río de Janeiro en 2016. Ha dicho que la organización está causando "muchas preocupaciones" a los brasileños por los retrasos en las obras, pero que ella no es de los que "cuanto peor, mejor", por lo que confía en que sean un espectáculo a la altura del pueblo brasileño. Sin embargo, al ser preguntada por si la reducción de ministerios que propone su programa afectará al Ministerio del Deporte, ha respondido con evasivas.