Actualizado 22/04/2008 21:19

Brasil.- El ministro de Exteriores de Brasil, preocupado por "los resbalones" en las negociaciones de la Ronda de Doha


ACCRA, 22 Abr. (Reuters/EP) -

El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, manifestó hoy su preocupación por los "resbalones" en las negociaciones comerciales a escala global, y consideró que considera muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo si las conversaciones se prolongan hasta el mes de junio.

Recientemente, el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, indicó que espera que a finales de mayo será posible un avance en las negociaciones de la Ronda de Doha.

En ese sentido, el ministro de Exteriores brasileño sostuvo que el punto de partida para lograr cualquier avance en la negociación pasa por limitar las subvenciones agrícolas en los mercados del norte y garantizar la apertura de los mercados. "Pascal Lamy está un poco optimista", dijo Amorim tras reunirse con el jefe de la OMC en una conferencia de la Agencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) en Ghana.

En una entrevista con Reuters, Amorim afirmó que él también es "optimista" pero añadió que cree que "aún existe un camino por recorrer", por lo que está "un poco preocupado con los resbalones de tiempo".

El ministro dijo que los negociadores deben concluir un acuerdo tras revisar pronto las tarifas y las subvenciones agrícolas para que pueda celebrarse la ronda final de negociaciones, antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

"Una cosa que sabemos que no podremos postergar es la elección norteamericana, por eso creo que es muy importante que todos, incluyendo el presidente del comité agrícola, sean conscientes de ese hecho", explicó Amorim.

En ese sentido, el jefe de la diplomacia brasileña insistió en su preocupación debida a que es escéptico con que en el mes de mayo "pueda caer en junio", y añadió que si llegara a pasarse de "un determinado momento de junio, puede ser muy tarde". "Estoy realmente preocupado por eso", remachó.

Amorim estimó que el reciente aumento en todo el mundo del precio de los alimentos y que ha provocado disturbios en numerosos países pobres son hechos que han cambiado las circunstancias de las negociaciones globales.

"Es importante que esos países (pobres) puedan ver beneficios reales en las limitaciones a los subsidios, en la apertura de mercados, y es claro que eso va a exigir más liderazgo de los países desarrollados que hace dos años", indicó.

"Lo que ellos tienen que hacer es un compromiso de que en el futuro no van a gastar más de lo que están gastando ahora", concluyó.