SAO PAULO, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó el pasado martes una reunión de urgencia para dar una respuesta política a una eventual crisis en el sector eléctrico, preocupada por los efectos que esto puede tener en un año electoral.
De acuerdo con el periódico brasileño 'Folha de Sao Paulo', el objetivo de a reunión es definir las medidas que permitirán al Gobierno para aumentar la capacidad del sistema eléctrica, ante la falta de resultados de las inversiones.
Desde hace una semana el Gobierno discute acciones para anticipar las licitaciones de contratos con hidroeléctricas buscando ampliar la generación de energía, centrándose, por ejemplo, en las licencias ambientales, una exigencia legal que retrasa las obras.
EL APAGÓN
El apagón que tuvo lugar el pasado martes en varias ciudades brasileñas ha sido considerado un problema medio por el Gobierno, porque gracias al sistema utilizado se pudo restringir las localidades afectadas, a pesar de que afectó a más de un millón de residencias en las regiones sur, suroeste y centro-oeste.
Según el comunicado del Operador Nacional de Sistema Eléctrico brasileño (ONS), a las 14.03 (hora local) hubo un fallo en la transmisión de energía que conecta la región norte de Brasil al suroeste provocando la interrupción del suministro de energía, que fue establecido en 35 minutos.
La ONS informó de que "para evitar la propagación del evento" se actuó provocando la desconexión automática de cargas "preseleccionadas por los agentes distribuidores locales buscando restablecer el sistema".