Publicado 08/07/2014 02:49

Delincuentes brasileños roban 36 mln dlr en teléfonos y computadoras Samsung


RIO DE JANEIRO, 7 jul, 8 Jul. (Reuters/EP) -

- Delincuentes atacaron una fábrica de Samsung Electronics Co Ltd cerca de Sao Paulo en la tarde del domingo y tomaron como rehenes a algunos trabajadores mientras robaban camiones cargados de teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras que la policía valoró en 36 millones de dólares.

El robo, realizado por hombres armados que secuestraron un vehículo usado para el traslado de empleados de la fábrica, ocurrió durante la noche en un lapso de aproximadamente cuatro horas en Campinas, un centro industrial en el estado de Sao Paulo.

Un portavoz de la secretaría de seguridad pública del estado dijo que los bandidos huyeron con siete camiones cargados con más de 40.000 productos Samsung. La policía estatal está investigando el ataque, agregó, pero dijo que aún no se ha identificado a ninguno de los sospechosos.

Un portavoz de Samsung en Sao Paulo confirmó el robo, pero dijo que las estimaciones de la policía sobre el valor de los bienes sustraídos eran demasiado altas. El dijo que cerca de 100 empleados estaban presentes en la fábrica al momento del robo, pero rehusó entregar más detalles.

"Hemos cooperado totalmente con la investigación en curso de la policía y haremos lo mejor para evitar cualquier tipo de repetición del incidente", dijo en un comunicado Samsung Eletronica da Amazonia Ltda., la unidad que fabrica los electrónicos del gigante surcoreano en Brasil.

El reporte policial, dijo a Reuters el portavoz de la secretaría de seguridad estatal, parece el guión de una osada película delictual.

Después de detener el vehículo que llevaba a los trabajadores a la fábrica, siete ladrones armados tomaron control del móvil mientras sus colegas llevaban a seis de los ocho empleados a un lugar remoto donde serían liberados.

Justo antes de la medianoche, los delincuentes fueron con los otros dos empleados a la fábrica, donde desarmaron a los guardias de seguridad, reunieron al resto de los trabajadores de la planta y se aseguraron de que ninguno se pudiera comunicar con el exterior.

Con la planta despejada, los atacantes luego permitieron que otros 13 cómplices, a bordo de los camiones para la huida, entraran a la fábrica. Los ladrones, comunicándose entre sí por radio y teléfono celular, cargaron los camiones con el botín.

Usando fotografías que supuestamente tomaron con las cámaras de seguridad de la fábrica, medios locales mostraron imágenes de los supuestos culpables, vestidos de negro y con las cabezas cubiertas, recorriendo la fábrica y subiendo cajas de electrónicos a los camiones con montacargas.