Por Walter Brandimarte
NUEVA YORK, 19 feb, 19 Feb. (Reuters/EP) -
- Un ex director del banco central de Brasil dijo que espera que la presidenta Dilma Rousseff haga cambios claves en la política macroeconómica, incluídos recortes en el gasto público, en caso de ser reelecta este año para cumplir un segundo mandato.
Paulo Vieira da Cunha, director del banco central brasileño entre 2006 y 2008, dijo también que espera que después de las elecciones Rousseff cambie al ministro de Finanzas Guido Mantega, quien ha sido criticado por inversores por pronósticos económicos demasiado optimistas y por lo que consideran trucos contables en el presupuesto nacional.
Vieira da Cunha pidió un retorno al estilo pragmático del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el líder izquierdista que era considerado un mandatario que favorecía el crecimiento y la empresa.
En contraste, Rousseff es vista como alguien menos amigable con los mercados y el mundo empresario y más enfocada en la intervención gubernamental en la economía.
La actual presidenta ha aumentado cuantiosamente el gasto público y el crédito bancario con la esperanza de respaldar la vacilante economía brasileña en sus cuatro años de mandato, y tiene altas probabilidades de ser reelecta en octubre.
Sin embargo, bajo el mando de Roussef la economía brasileña nunca pudo crecer por encima del 3 por ciento y se ha desacelerado más en los últimos meses. Registró un crecimiento negativo en el tercer trimestre del 2013 y muchos economistas creen que repetirá en el cuarto trimestre, lo que oficialmente significaría una recesión.
"La posibilidad de que Dilma sea reelecta y continúe por la misma senda es suicida", dijo Vieira da Cunha, actualmente jefe de investigación en ICE Canyon, un gestor de fondos con sede en Los Angeles y especializado en mercados emergentes que maneja activos por 4.000 millones de dólares.
"Si nada cambia y ella reafirma sus políticas, creo que el mercado lo tomará de muy mala manera y puede haber algo de turbulencia", agregó.
Aunque Rousseff ha prometido el anuncio de ahorros fiscales suficientes como para seguir reduciendo la deuda del país, varios funcionarios admiten que una fuerte sequía que está elevando los costos de la electricidad podría forzar al Gobierno a bajar su superávit presupuestario primario este año.
Según Vieira da Cunha, si Rousseff sostiene un estilo político que muchos asesores han descrito como centralizado, los cambios políticos serían limitados durante un potencial segundo mandato.
"Tenemos una presidenta que es tal vez la más ideológica que hemos tenido en mucho tiempo. Ella es claramente una persona con ideas, es una intelectual y tiene opiniones fuertes", remarcó.
"En tanto que cuando tuvimos un presidente que no tenía ideas fuertes como Lula, que estaba mucho más interesado en los resultados y era mucho más pragmático, las cosas funcionaron mejor porque tenía algunos buenos asesores", añadió.
Incluso si Rousseff eventualmente sigue los pasos de su antecesor, sostiene Vieira da Cunha, sólo estaría restableciendo las condiciones para que la economía brasileña crezca a una tasa sustentable de alrededor del 3 por ciento.
"La verdad es que la economía brasileña no cambió tanto respecto a como estaba en los primeros años de la década del 2000 (...) Nuestro PIB potencial probablemente siga estando por debajo del 3 por ciento", concluyó el ex funcionario.