Publicado 29/04/2014 18:51

F1-Austriaco Ratzenberger, el gran olvidado en un trágico fin de semana en Imola

Por Ed Osmond

LONDRES, 29 abr, 29 Abr. (Reuters/EP) -

- Tal vez Roland Ratzenberger siempre estuvo destinado a ser un suplente. Pero como piloto de la Fórmula Uno y como hombre, merecía parte de la atención.

Un día después de la muerte de Ratzenberger durante una práctica para el Gran Premio de San Marino en 1994, el tricampeón mundial Ayrton Senna perdió la vida en la carrera, y en las muestras de dolor que siguieron por el fallecimiento del brasileño, el austriaco fue casi olvidado.

"Ratzenberger (...) fue más trágico para mí que Ayrton porque había llegado (a la F1) por sus propios medios y la ayuda de su familia", dijo a Reuters Max Mosley, quien por ese entonces era presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

"No tenía dinero, lo hizo a través de su propio trabajo y era una excelente persona. La muerte de Ratzenberger hubiera sido de mucha importancia de no haber sido porque la de Senna se produjo al día siguiente", agregó.

Mosley tuvo que decidir a qué funeral asistiría.

"Fui al funeral de Ratzenberger en vez de al de Senna, donde estaban todos los grandes de la Fórmula Uno, porque sentí que alguien debía apoyarlo a él y a su familia", dijo Mosley.

Ratzenberger, que falleció a los 33 años, tuvo que trabajar duro para cumplir su suelo de convertirse en piloto de la F1.

Comenzó en la Fórmula Ford alemana en 1983 y tras etapas en la Fórmula Tres británica y el campeonato Touring Car, se trasladó a Japón en 1990.

Tuvo un éxito moderado en el campeonato de la Fórmula 3000, suficiente como para lograr un contrato de cinco años con el equipo Simtek de la F1 en 1994.

Ratzenberger no pudo clasificar para el Gran Premio de Brasil pero terminó en el undécimo en Japón antes de llegar al circuito italiano de Imola.

Durante la sesión clasificatoria del sábado, el ala delantera de su monoplaza se dañó cuando el coche se salió de la pista, pero el piloto continuó conduciendo porque quería lograr el último lugar en la grilla de partida.

El ala se rompió y quedó bajo el monoplaza. Ratzenberger no pudo doblar en la curva Villeneuve, nombrada en honor al piloto de Ferrari que había muerto 12 años antes en Bélgica, y se estrelló contra la pared de concreto a 314,9 kilómetros por hora.

El piloto sufrió una fractura de cráneo y fue declarado muerto al llegar al hospital.

Veinticuatro horas después, Senna perdió la vida. Entre los restos de su auto, los investigadores hallaron una bandera austriaca que el brasileño pensaba agitar al final de la carrera.

"Siempre es Ayrton, pero uno puede entender por qué siempre es Ayrton, porque Ayrton logró lo que logró", dijo a Reuters el ex piloto Johnny Herbert, amigo de Ratzenberger.

"A Roland casi siempre lo olvidan. Cuando hablo con la gente nunca digo el fin de semana de Ayrton (...) siempre es Ayrton y Roland. Y nunca lo olvido y no quiero que los demás lo olviden", agregó.

Ratzenberger finalizó solo un gran premio de F1 mientras que Senna lideró el podio 41 veces, tercero en la lista histórica, y será recordado como uno de los mejores pilotos en la historia.

"Perdimos a un buen tipo en Roland, alguien que trabajó muy duro para llegar por sí mismo a ser piloto de la Fórmula Uno. Nos quitaron a Ayrton, pero nos quitaron a Roland el día anterior. Realmente un buen tipo. Era raro no verlo sonreir", dijo Herbert.

El ex campeón mundial Damon Hill también rindió tributo a Ratzenberger.

"Era alguien a quien respetaba porque había seguido casi el mismo camino que yo", dijo Hill a Reuters.

"Entró en la Fórmula Uno a los 31 (años), bastante tarde en su carrera, pero se mantuvo. Claramente tenía talento pero no brilló como un Senna o un (Lewis) Hamilton. Era una persona que amaba ser un piloto de carreras. Era talentoso, capaz y muy competitivo", agregó.