Por Brian Homewood
AGADIR, Marruecos, 17 dic, 17 Dic. (Reuters/EP) -
- El Bayern Munich confirmó su amplio favoritismo en el Mundial de Clubes al derrotar el martes 3-0 con comodidad al campeón asiático Guangzhou Evergrande para avanzar a la final del Mundial de Clubes que se disputa en Marruecos.
Franck Ribery y Mario Mandzukic, ayudados por un pobre rendimiento defensivo de sus rivales, anotaron en cinco minutos para entregar al Bayern el control del partido en el primer tiempo.
Mario Goetze completó la cuenta en la segunda mitad frente a un adversario decidido pero de poco potencial en comparación con el poderoso Bayern.
El arquero del Guangzhou chino, Zeng Cheng, impidió más goles con algunas buenas salvadas en el segundo periodo, y sus compañeros defendieron con compromiso para mantener un resultado respetable.
El Bayern se enfrentará en la final del sábado al ganador del duelo entre el Atlético Mineiro, ganador de la Copa Libertadores de América, y el campeón marroquí Raja Casablanca, que jugarán el miércoles.
El campeón de Europa dominó totalmente la primera mitad, con un 70 por ciento de posesión de la pelota, y por momentos dio la sensación de poder convertir goles a voluntad.
Thiago Alcántara estrelló un remate en el poste y Toni Kroos se topó con la parte baja del travesaño tras haber disparado desde larga distancia. El balón picó en la línea del arco, siguió en juego y el árbitro, con la ayuda de la tecnología de la línea de gol, dio continuidad al partido.
El Bayern abrió la cuenta a cinco minutos del descanso cuando la defensa del Guangzhou no pudo despejar la pelota y Ribery anotó con un remate que pasó por debajo del cuerpo del arquero.
Cuatro minutos después, Huang Bowen perdió el balón en el borde del área y Thiago Alcántara envió un centro para que Mandzukic, sin marca, convirtiera el segundo gol de cabeza.
Recién iniciado el segundo tiempo, Goetze selló el marcador con un buen remate desde fuera del área que tuvo un leve desvío en un defensor.
El poste también negó más goles a Goetze, Ribery y Xherdan Shaqiri, lo que permitió al Guangzhou, dirigido por el italiano Marcello Lippi y donde juega el argentino Darío Conca, evitar la humillación.