Actualizado 20/06/2014 23:49

Brasil asegura que en los estadios hay "menos" expresiones racistas

Mujer brasileña negra (2012).
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 20 Jun. (Notimérica/EP) -

   La ministra de Igualdad Racial del Gobierno de Brasil, Luzia Bairros, se ha mostrado satisfecha  de que en los partidos del Mundial de Fútbol haya "menos expresiones racistas de las esperadas", aunque ha lamentado que muchos se refugien en el anonimato de las redes sociales para hacer comentarios racistas.

   Bairros ha explicado este viernes en rueda de prensa que los casos de racismo en los estadios mundialistas son monitorizados en primer lugar por la FIFA, que en función de su gravedad contacta con la Policía y la Secretaría de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial.

   Aunque hasta el momento no se han producido incidentes destacados  Bairros ha criticado otro tipo de racismo, más velado, el que oculta a los negros de forma deliberada. En este sentido ha puesto como ejemplo que la mayoría de niños que acompañan a los jugadores en la entrada al campo son blancos, cuando Brasil es un país con una gran diversidad racial.

   La ministra ha asegurado que en el último año han aumentado las denuncias casos de racismo, aunque no lo atribuye a un crecimiento de los casos de discriminación, sino al hecho de que poco a poco la sociedad está rompiendo el tabú y entiende que  el racismo es un delito que debe ser denunciado: "Es una cuestión que dejó de ser algo que esconder o camuflar", ha dicho.

   Además, ha confiado en que el Mundial contribuya a acabar con esta lacra, pues ha traído a Brasil a personas de todos los países y culturas, y ha recordado que discriminar a alguien por el color de su piel no admite medias tintas, porque en Brasil "es un crimen". Desde el principio, la presidenta Dilma Rousseff dijo que el Mundial tendría como lema "por la paz y contra el racismo".

   Bairros ha hecho estas declaraciones acompañada por Márcio Chagas da Silva, un conocido árbitro de fútbol que en los últimos meses vio cómo creció su popularidad debido a un lamentable incidente en Bento Gonçalves, al sur de Brasil. Parte de la afición le insultó llamándole 'mono' y lanzó plátanos contra su coche.