Actualizado 22/12/2013 23:36

Inversores de E.ON temen por proyecto en Brasil

 

     FRANCFORT, 18 (Reuters/EP)

   La compañía eléctrica alemana E.ON ha vuelto a los mercados del exterior tras las políticas medioambientalistas radicales aplicadas en su país, pero los inversores temen que lo mejor que se pueda decir de un proyecto de 1.300 millones de dólares en Brasil es que se está realizando en mal momento.

   "Hay que tener cuidado en no entusiasmarse demasiado con los mercados extranjeros", dijo Ingo Becker, jefe europeo de investigación de firmas de servicios básicos de Kepler Cheuvreux.

   La expansión en Europa impulsada por el ex presidente ejecutivo Wulf Bernotat se le volvió en contra a la compañía con la crisis crediticia. E.ON debió anotar casi 6.000 millones de euros en amortizaciones cuando el esperado auge en la demanda de la energía no se materializó.

   En su intento por crecer en otro lado, la eléctrica pagó el año pasado 850 millones de reales brasileños (366 millones de dólares) por una participación del 10 por ciento en MPX Energia, sólo para presenciar el inicio del colapso del imperio de Eike Batista y la desaceleración de la economía brasileña.

   Posteriormente, E.ON elevó su participación en MPX a un 37,9 por ciento por los problemas económicos de Batista, con una inyección de otros 2.100 millones de reales y cambiando el nombre de la empresa a Eneva.

   Desde enero de 2012 -cuando E.ON anunció su decisión con MPX-, los papeles de Eneva se han derrumbado un 77 por ciento a 2,8 reales, mientras que los papeles de la alemana se han hundido un 21 por ciento a 13,11 euros. El índice del sector de las firmas de servicios básicos europeas Stoxx 600 ha trepado un 3 por ciento.

   "Probablemente fue demasiado tarde para el ingreso de E.ON a Brasil. Ahora el negocio les está dando muchos dolores de cabeza", dijo David Duchi, analista de KBC Asset Management.

   Tras años de crecimiento exuberante, la economía de Brasil se contrajo en el tercer trimestre, por primera vez desde comienzos de 2009.

   Al ser consultado, E.ON dijo en un comentario enviado por correo electrónico que "la empresa sigue viendo a Brasil como un mercado altamente interesante donde se puede esperar un crecimiento económico significativo y una demanda creciente por energía".

   En los primeros nueve meses de 2013, Eneva anotó una pérdida a nivel del EBITDA de 165 millones de reales y una pérdida neta por 662 millones de reales, que se debió principalmente a los retrasos en el inicio de las operaciones de las nuevas plantas.

   Como resultado, los analistas esperan que la firma brasileña tenga una pérdida neta 666 millones de reales, seguida por una ganancia de 156 millones de reales el año próximo y de 280 millones de reales en 2015, según Thomson Reuters StarMine.