Actualizado 12/09/2014 18:51

La ONU dice que Brasil tiene un racismo "estructural e institucionalizado"

Mujer brasileña negra (2012).
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 12 Sep. (Notimérica/EP) -

   La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta de que en Brasil el racismo es "estructural e institucionalizado" y que la sociedad brasileña todavía cree en el "mito de la democracia racial", lo que lleva a muchos a negar la existencia del racismo.

   "En Brasil algunos órganos del Estado están caracterizados por un racismo institucional, en los cuales las jerarquías raciales están culturalmente aceptadas como normales", destaca la ONU en este informe presentado en su sede de Ginebra este viernes.

   Técnicos de la organización visitaron Brasil el pasado mes de diciembre y resaltaron especialmente la situación de los negros. A pesar de que representan más del 50% de la población, los afrobrasileños apenas representan un 20% del PIB. La tasa de desempleo es el doble que en el resto de la sociedad, la renta es la mitad que la de la población blanca e incluso la esperanza de vida es menor; 66 años contra los 72 del resto.

   La ONU también critica la violencia policial contra los negros y reclama a la policía que deje de crear perfiles de sospechosos basados en el color de la piel. La situación también es grave en el acceso a la Justicia, debido "a la negación de la existencia del racismo", porque cuando los casos de racismo llegan a los tribunales normalmente acaban sin condenas por "el mito de la democracia racial".

   La ONU reconoce que en los últimos años el Gobierno ha hecho avances importantes, pero lamenta que muchos organismos creados no tienen el financiamiento suficiente ni recursos humanos para hacer sus trabajos. Además, considera que esas herramientas de lucha contra el racismo "todavía tienen poca visibilidad" dentro de los Gobiernos de los Estados y los municipios.

   La publicación del informe de la ONU coincide con la vuelta del debate sobre el racismo en Brasil a causa de la expulsión del Grêmio de la liga de fútbol Copa de Brasil, después de que aficionados insultaran al portero negro del Santos, Aranha. Esta semana la polémica repuntó cuando Pelé quiso minimizar el problema diciendo que Aranha exageró al parar el juego por los insultos.