Actualizado 18/06/2013 10:57

Las Infantas Elena y Cristina, un apoyo incondicional para Carlos García Revenga

Infanta Elena, Carlos García Revenga y la Infanta Cristina
IVÁN DEL MONTE/ NACHO CUENLLAS

MADRID, 18 Jun. (CHANCE) -

Ayer las Infantas Elena y Cristina asistieron al solemne funeral en memoria del padre de Carlos García Revenga, que falleció el pasado 27 de mayo a causa de una enfermedad. Tuvo lugar en la capilla del Colegio Jesús María de Madrid.

Tras conocerse en febrero la imputación de García Revenga en el 'Caso Nóos', decidió de motus propio apartarse de la Infanta Elena, ya que doña Cristina por aquel entonces ya residía en la Ciudad Condal. La Duquesa de Lugo continuó atendiendo su agenda oficial en representación de la Familia Real sin su mano derecha, mientras que Revenga prefirió no asociar más su desgastada imagen a la institución.

Sin embargo Revenga se ha dejado ver junto a la primogénita de los Reyes en otras ocasiones, aunque siempre lejos de actos oficiales, como asistiendo a los toros en Las Ventas o visitando a su hermana por su reciente cumpleaños.

Además la Infanta Elena se ha dejado ver arropando a su asesor personal tras el fallecimiento de su padre, Agapito García Benito, que falleció en Madrid el pasado 27 de mayo.

Carlos García Revenga y su familia fueron los primeros en llegar hasta las inmediaciones de la parroquia. El asesor personal de las Infantas se mostró muy pendiente de su madre.

Minutos antes de dar comienzo la ceremonia llegaron las Infantas Elena y Cristina, recién llegada de Barcelona. A continuación se dirigieron hacia la escalinata del colegio, dónde Doña Cristina saludó cariñosamente con dos besos a García Revenga. Muy emocionado tras intercambiar algunas palabras, no pudo evitar echarse a llorar.

Tras ella su hermana Elena también mostraba su apoyo al que siempre ha sido y será su mano derecha. Instantes después las Infantas entraban en el interior de la iglesia donde se oficiaría el funeral.

También asistió Nuria March; y es que la fuera mujer de Jaime Martínez Bordiú mantiene una estrecha relación con la familia García Revenga desde hace años.

Finalizada la ceremonia, la duquesa de Palma fue la primera en abandonar la iglesia, saludando a un grupo de gente que esperaba su salida al final de la escalinata. Minutos después aparecía su hermana Elena conversando con algunos de los presentes.

El último en abandonar las instalaciones fue el propio Revenga, que esperó pacientemente a su madre para ayudarla a bajar la escalera. A continuación se reunió nuevamente con las Infantas. Mientras que doña Cristina se marchaba en un coche acompañada por sus escoltas, doña Elena hacía lo propio conduciendo su vehículo.

Carlos García Revenga, que en 1993 comenzó a desempeñar su puesto de asesor y secretario de las infantas, se encuentra pendiente de una decisión del juez instructor del caso Nóos, José Castro, desde que declaró como imputado el pasado 29 de enero para explicar las funciones que había realizado en el Instituto Nóos durante su etapa de tesorero.