SANTIAGO, 31 Oct. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, defendió hoy el deber del Estado de otorgar alernativas sanitarias a todos los ciudadanos, en directa referencia a la polémica surgida por la entrega de la llamada "píldora del día después" a la cual se han opuesto la Iglesia Católica, sectores políticos de la derecha opositora y algunas cadenas de farmacias que se han negado a distribuirla.
Esta semana, el Gobierno anunció que sancionará a aquellas farmacias que se nieguen a vender el medicamento, el cual es distribuido en el sistema público sanitario.
Bachelet, quien hizo esta referencia en su discurso durante la celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas, señaló que "el deber del Estado es poner la disposición de las personas las alternativas valóricas, culturales, educacionales, políticas y sanitarias, y mi obligación y convencimiento como presidenta es garantizar que estas normas y principios se cumplan rigurosamente para que el ejercicio de la libertad individual sea efectivo".
Ayer, el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, defendió el derecho de las personas a tener "objeción de conciencia" respecto de la píldora, argumentando que la comunidad científica internacional está dividida respecto de si es abortiva o no.
Al respecto, Bachelet dijo que, en Chile, "son las personas las que deciden y no el Estado, y a nadie se le puede imponer algo".
"Lo importante es que las alternativas concordadas en democracia estén a disposición de todos para que puedan efectivamente elegir", explicó.