SANTIAGO, 13 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Un grupo de recolectores de basura arrojaron una tonelada de
desperdicios en el frontis del Palacio de La Moneda, sede del Poder
Ejecutivo chileno, en demanda de mejoras salariales y de sus
condiciones de trabajo.
La inédita situación, que obligó a suspender el tránsito de peatones y del transporte público en el lugar, causó el arresto de 12 personas que volcaron el contenido de un camión recolector frente a la sede de gobierno.
Los trabajadores, agrupados en la Federación de Recolectores de
Basura, entidad que preside Armando Soto, dijeron que los 24.000
trabajadores del sector son víctimas de abusos, humillaciones y de una inestabilidad laboral que no están dispuestos a seguir tolerando.
Asimismo, denunciaron que hace al menos siete años el Gobierno se
comprometió a enviar al Parlamento un proyecto de ley que regularice
su situación, especialmente en materia de sueldos y de condiciones
sanitarias para desempeñar sus labores, lo que aún no ha ocurrido.
"Nos tratan como basura. Queremos que se respeten los acuerdos", dijo Soto, quien anunció protestas nacionales si las autoridades no
escuchan y resuelven sus demandas.
En tanto, el intendente de Santiago, Álvaro Erazo, si bien reconoció la legitimidad de las demandas del gremio, señaló que la autoridad no dialogará con quienes usan la fuerza para protestar.
"La demanda (...) en algunos casos tenemos que reconocer que esjusta, porque efectivamente la calidad de la recolección de basura no pasa por afectar las condiciones laborales de los trabajadores, creo que se tiene que compatibilizar la calidad del servicio con los derechos de los trabajadores", explicó.