Actualizado 22/08/2007 23:29

Chile.- La Iglesia Católica chilena llama a un debate nacional para terminar con las inequidades sociales


SANTIAGO, 22 Ago. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

La Iglesia Católica chilena hizo hoy un llamamiento a establecer un debate nacional, en el que estén representados todos los sectores del país, con miras a terminar con las inequidades sociales que impiden que los más pobres tengan acceso a oportunidades.

En una declaración de 10 puntos dada a conocer este miércoles en Santiago, la Conferencia Episcopal de Chile pide al gobierno de centro izquierda que lidera la socialista Michelle Bachelet y a la oposición de derecha que lleguen a un acuerdo que beneficie a los chilenos más pobres.

Bajo el título 'Sin justicia social no hay democracia integral', los obispos chilenos señalaron que consideran "imprescindible lograr acuerdos consensuados entre el Gobierno y la oposición en favor de la equidad, de modo que las políticas públicas y las inversiones del sector privado promuevan la creación de empleo, especialmente en los sectores más necesitados, e impulsen la productividad".

Junto con la petición de que la mejora de la calidad de la educación tenga, de parte de las autoridades y los legisladores "la prioridad que merece", los obispos indicaron que "sin estas medidas en el orden laboral y educacional no lograremos reducir substancialmente las brechas de ingreso que existen en nuestra sociedad".

La Iglesia chilena considera que el llamamiento que ha hecho "a asumir la deuda pendiente en cuanto a una mejor distribución de la riqueza, y la compensación ética y digna del trabajo humano" ha sido bien recibida por todos los sectores, lo que muestra el interés transversal por lograr este objetivo.

"A la conciencia cristiana de Chile no le puede resultar indiferente el sufrimiento de tantos hombres y mujeres, trabajadores, jubilados, pensionados y montepiados, que no logran vivir con dignidad si no acceden a un ingreso que permita a una familia satisfacer sus necesidades básicas acordes con la naturaleza de quienes son hijos de Dios", dijeron los obispos.

"Creemos que las decisiones económicas y las políticas públicas deben estar siempre motivadas por el bien de las personas, considerando de un modo privilegiado a los más vulnerables, a los más pobres. No podemos resignarnos a aceptar la inequidad y la injusticia social como datos de la realidad. No podemos separar la ética de la vida ni de la economía" dice uno de los puntos de la declaración.