Actualizado 10/09/2008 21:51

Chile.- La Moneda se prepara para prevenir desórdenes en un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1973


SANTIAGO, 10 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

El Gobierno chileno ha preparado un plan preventivo especial para

impedir que se produzcan desórdenes con motivo de los 35 años del

golpe de Estado que, el 11 de septiembre de 1973, derrocó al gobierno democrático del presidente socialista Salvador Allende.

El plan consiste en un aumento de la dotación y vigilancia policial no sólo en las inmediaciones del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, sino especialmente en los barrios de la periferia, donde se producen los mayores incidentes cada año.

Los actos violentos del año pasado causaron la muerte de un policía y cientos de detenidos por daños a la propiedad pública y privada.

Anoche, una bomba de ruido explotó en una sucursal bancaria del sector más acomodado de Santiago y, aunque causó destrozos, no se reportaron heridos.

Este miércoles, el viceministro del Interior, Felipe Harboe, hizo un llamamiento a los chilenos para que recuerden esta fecha "con

conciencia ciudadana" y que no permitan ni protagonicen desórdenes.

"Hemos hecho un llamado a padres y adultos para evitar que niños que nada conocen del año 73 eviten participar en estas manifestaciones", dijo el viceministro, al referirse a que, durante los incidentes, la mayoría de los arrestados son menores de edad que no habían nacido cuando se produjo el quiebre democrático en Chile.

"Estamos preparados, estamos trabajando y esperamos no tener muchos incidentes, no obstante que de manera tradicional hay un grupo que se dedica a articular este tipo de hechos más ideológicos", adelantó Harboe.

La madrugada de este miércoles, un operativo especial permitió

arrestar a 600 personas, a quienes les fueron incautadas armas, para

impedir su uso en los desmanes de mañana jueves 11.

Por su parte, la compañía eléctrica Chilectra, que abastece de energía a la mayor parte del país, anunció también un plan especial para impedir que los desórdenes, como ha ocurrido en años anteriores, deje sin luz a las calles y domicilios.