SANTIAGO, 7 Mar. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Los jefes de los grupos parlamentarios de los dos partidos políticos de derecha chilenos que conforman la alianza opositora al Gobierno de Michelle Bachelet, presentaron hoy una acusación constitucional en contra de la ministra de Educación, con el fin de destituirla bajo la acusación de negligencia en un caso de presunta corrupción.
Este mecanismo, consagrado en la Constitución chilena, no era utilizado contra un ministro de Estado desde el Gobierno del derrocado presidente socialista Salvador Allende, en los meses previos al golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Los legisladores fundamentan su acusación en cinco puntos, relativos a la denuncia de un caso de presunta corrupción respecto del pago de subvenciones a privados que ofrecen servicios de educación a estudiantes chilenos, caso denunciado a través de la prensa local, que filtró un informe de la Contraloría (Tribunal de Cuentas) que da cuenta de los supuestos fraudes.
Aunque la propia presidenta, Michelle Bachelet, ha explicado al país que no hay fraude alguno, que fue el propio Ministerio de Educación el organismo que hizo la denuncia y que las cifras se han aclarado y ha expresado públicamente su apoyo a la ministra de Educación, Yasna Provoste, pero la oposición insiste en destituir a la ministra.
Los denunciantes basan su acusación en que la ministra no habría denunciado la situación oportunamente, incurriendo en la vulneración de las leyes de probidad; en que habría entregado información incompleta a la opinión pública y debido a que no destituyó al funcionario a cargo de los recursos y sólo lo sancionó con dos meses de remuneraciones.
De tener éxito esta acusación en el Parlamento, que deberá votarla en la sala, Bachelet sería la primera presidenta en perder un ministro de Estado por acusación constitucional de los gobiernos democráticos que sucedieron a la dictadura a contar de 1990.
REACCIONES EN LA MONEDA
En La Moneda, el ministro portavoz de Gobierno, Francisco Vidal, dijo que la acusación no tiene fundamento y que rompe un clima de entendimiento político en el país.
"La confrontación no está instalada en el alma ni en la conciencia de la abrumadora mayoría de los chilenos que quiere el entendimiento, no más peleas y que el Gobierno y la oposición se pongan de acuerdo para que el país avance", dijo Vidal.
Dijo que la ministra acusada será defendida por el Gobierno "por convicción, por respeto a las instituciones y por la democracia que hemos reconstruido desde hace 18 años".