Actualizado 27/08/2008 08:56

Colombia.- Un alto general de la Policía colombiana dimite en medio de una investigación sobre el tráfico de droga

BOGOTÁ, 27 Ago. (Reuters/EP) -

El alto general de la Policía colombiana, Marco Antonio Pedreros, renunció ayer de su cargo después de que los fiscales comenzaron a investigar supuestos lazos entre funcionarios regionales del orden público y una red de tráfico de cocaína de un poderoso capo local.

El escándalo subraya la lucha que enfrenta Colombia para eliminar la corrupción de narcotráfico, agravada tras la dimisión del hermano del ministro del Interior que abandonó su puesto como fiscal regional debido a presuntos vínculos con el traficante Daniel Rendón Herrera, alias 'don Mario'.

El general Pedreros, que comandaba la Policía en cuatro provincias, abandonó su cargo después de que su nombre apareciera en extractos publicados de grabaciones que, de acuerdo a una revista local, revelan contactos entre Rendón y la fiscalía de Antioquia.

"Aunque el señor Fiscal General de la Nación me ha manifestado por escrito que no existe ninguna investigación penal en mi contra (...) he tomado la determinación de solicitar mi retiro del servicio activo de la Policía", escribió Pedreros en una carta a sus superiores, quienes aceptaron su renuncia.

El fiscal general de Colombia cesó la semana pasada a Guillermo Valencia, hermano del actual ministro del Interior, de su cargo en una oficina de la fiscalía después de que la revista 'Cambio' publicó el contenido de unas interceptaciones telefónicas que lo relacionan con 'don Mario'.

Colombia continúa siendo el productor número uno de cocaína pese a recibir miles de millones de dólares en ayuda estadounidense para hacer frente a los traficantes y a las guerrillas izquierdistas, que usan las utilidades de las drogas para financiar su lucha contra el Estado.

Rendón es el hermano de un ex paramilitar conocido como 'El Alemán', uno de los muchos comandantes de milicias que se rindieron bajo un acuerdo de paz con el Gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, importante aliado de Washington, que extraditó en mayo a 14 ex comandantes paramilitares desmovilizados a Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas después de acusarlos de romper las condiciones de su acuerdo de paz con el Gobierno.