BOGOTÁ, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Santander de Quilichao, Víctor Claro Medina, ha advertido este sábado de la dificultad de rescatar a los mineros que quedaron sepultados tras el derrumbe de una explotación ilegal de oro del departamento de Cauca, suroeste de Colombia.
El accidente se produjo a las 23.00 (horas local) del miércoles, cuando unas 30 personas estaban trabajando en el interior de la mina ubicada en la vereda de San Antonio. Tres de los mineros han muerto, mientras que cinco han resultado heridos.
"El censo --según los familiares de los mineros-- habla de, por lo menos, 13 personas sepultadas, sin embargo, no descartamos que esta cifra pueda aumentar debido a que acá llegan personas de otras regiones a trabajar", ha aclarado Medina.
El comandante del Batallón de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres Naturales del Ejército, el coronel Jesús Alberto Gómez, ha informado de que hasta el lugar se han desplazado unos 300 efectivos y 15 máquinas para localizar y rescatar a los mineros.
"Las unidades de socorro están realizando todos los esfuerzos para continuar con esta operación de salvamento, operación que no ha sido fácil por las condiciones topográficas del terreno", ha dicho, en declaraciones recogidas por Caracol Radio.
INTENTOS DE CIERRE
El gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, ha exigido al Gobierno de Juan Manuel Santos que clarifique la legislación sobre minas, indicando que las autoridades regionales han intentado cerrar las explotaciones ilegales en varias ocasiones, pero sin éxito.
El primer intento se produjo el pasado 11 de diciembre en la vereda El Palmar, pero unos 800 mineros se enfrentaron a la Policía y al secretario del Gobierno municipal, Ricardo Cifuentes, quien finalmente dejó el cargo por amenazas.
Dos meses después, en la vereda de San Antonio, donde se ha producido el accidente, decenas de mineros ilegales impidieron que las fuerzas de seguridad se llevaran sus máquinas y clausuraran el yacimiento aurífero.