BOGOTÁ, 9 Ago. (Reuters/EP) -
Los camioneros colombianos extendieron ayer su huelga a Bogotá para presionar al Gobierno a que lleguen a un acuerdo sobre los despidos, una protesta que comenzó a provocar el incremento de los alimentos en las ciudades y afectó a las exportaciones de café.
Unos 200 camiones recorrieron varias de las principales calles de la capital colombiana provocando congestiones en el tráfico de vehículos. Aún así, los transportistas no lograron estacionar sus vehículos frente a la sede del Ministerio de Transporte como lo tenían previsto, ya que agentes de la Policía, antimotines y soldados del Ejército rodearon la sede del ministerio, mientras que otros efectivos de las Fuerzas Militares escoltaron a los camiones durante el desplazamiento para evitar bloqueos de vías.
La Asociación Colombiana de Camioneros (ACC) informó de que más de 100.000 transportistas participan en la protesta, aunque el Gobierno asegura que la cifra es menor. Asimismo, la ACC exige que el Gobierno haga cumplir una tabla de despidos que está vigente bajo el argumento de que las empresas que contratan carga pagan precios menores, lo que tiene al borde de la quiebra a los camioneros, a lo que hay que sumar los altos costos de los combustibles y de los peajes.
"Así como estamos, estamos quebrados", dijo Enrique Hernández, un camionero que participó en la jornada de protesta de Bogotá.
SIN SOLUCIÓN
El ministro de Transporte colombiano, Andrés Uriel Gallego, mantiene una posición inflexible, sin que se vislumbre una solución a la huelga que comenzó a provocar el incremento de los precios de los alimentos en algunas ciudades como Bogotá.
La huelga ha afectado las exportaciones de café, aunque ha tenido un gran impacto en el mercado internacional del grano y sus consecuencias podrían sentirse a partir de la próxima semana si no se llega a una solución, de acuerdo con los expertos.
Mientras tanto, los principales puertos marítimos de Colombia sobre el Pacífico y el Atlántico, advirtieron de que están a punto de llegar a su máxima capacidad de almacenamiento, por lo que de continuar la huelga, en pocos días podría haber un fuerte impacto en el comercio internacional de este país de 44 millones de habitantes.
La Federación Nacional de Cafeteros, que responde por un 30 por ciento de las exportaciones de café, informó de que al menos 30.000 sacos de 60 kilogramos de sus exportaciones diarias no se han podido movilizar, aunque existen suficientes inventarios en los puertos.
La Asociación Colombia de Exportadores de Café, que responde por el 70 por ciento de los despachos al exterior, admitió recientemente que los envíos podrían verse afectados si la protesta continúa.