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BOGOTÁ, 17 Mar. (Notimérica/EP) -
Las principales avenidas de la ciudad de Bogotá han sido ocupadas este lunes por unos 3.700 campesinos colombianos, oriundos de varios departamentos del país, como forma de protesta contra el pacto agrario propuesto por el Gobierno, el cual, han denunciado, vendrá a agravar la actual situación en el campo, además de beneficiar a los grandes empresarios del sector.
Las agrupaciones campesinas han defendido que la reforma del campo que ha propuesto el Gobierno de Juan Manuel Santos significará la perdida de muchas de las tierras de los agricultores en beneficio de los empresarios del sector agropecuario. "El pacto agrario es para los de corbata, el paro para los del poncho", han asegurado los portavoces de la marcha.
"Es evidente la falta de voluntad del Gobierno para adelantar el cumplimiento de los acuerdos pactados con el sector rural", han considerado algunos de los presentes en las movilizaciones, quienes han abogado por el derecho a definir de manera independiente el uso que se quiera hacer de la tierras, así como lo productos y alimentos a cultivar.
No obstante, las movilizaciones presenciadas en la capital colombiana han venido motivadas por otra serie de reivindicaciones y denuncias, como la persecución por parte de las autoridades de los campesinos y sus líderes, a quienes se criminaliza por protestar por sus derechos.
En ese sentido, también se han mostrado partidarios porque se mantengan los diálogos de paz en La Habana entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con quienes coinciden en señalar la necesidad de fortalecer e incentivar los procesos de participación y consulta previa de estas comunidades agrícolas y campesinas antes de que el Ejecutivo lleve a cabo cualquier medida que les pueda afectar.
La destitución del alcalde de la ciudad, Gustavo Petro, también ha estado en boca de los manifestantes, quienes han anunciado una huelga general en el sector para la última semana de marzo, o la primera de abril, si el presidente Santos no atiende a sus reivindicaciones, de acuerdo con la información facilitada por el rotativo colombiano 'El Tiempo'.
La última vez que Colombia fue testigo de un paro del campo fue en agosto de 2013, durante el cual se produjeron al menos ocho víctimas mortales y más de 400 heridos, fruto de los diversos choques entre los trabajadores, quienes exigían mejores demandas sociales para la comunidad agraria, y las fuerzas del orden, en especial en el norte del país.
La jornada de movilizaciones, encabezada por diversos colectivos del campo, contó con diferentes grupos y sindicatos agrícolas procedentes de distintas regiones del país, como Norte de Santander, Nariño, Cauca, Cesar, Antioquia y Arauca.