BOGOTÁ, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de Colombia Andrés Pastrana reconoció hoy, al cumplirse seis años del inicio de las conversaciones de paz del Caguán, que entonces el Gobierno cometió varios errores, pero también las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), las cuales, según él, no estaban preparadas para la paz en ese momento ni tampoco hoy están interesadas en iniciar ese proceso.
En una entrevista concedida al diario colombiano 'El Tiempo', Pastrana consideró que el legado más importante de las conversaciones del Caguán fue el cierre a la guerrilla de "las puertas" internacionales, y la inclusión de ésta en la lista de terroristas de la Unión Europea y de Estados Unidos.
"Con el Caguán comenzamos a generar una conciencia de que el problema de la guerrilla debe ser un asunto que nos preocupe a todos y no solo a los campesinos", sostuvo el ex mandatario.
El primero de los errores "de buena fe" en la mesa de "negociación" con las FARC fue que debió haber sido "mucho más importante la presencia de la comunidad internacional en la verificación de la zona". En ese sentido, consideró que las FARC "se opusieron mucho" pero que él cree que "hubiera sido importante para ellos y para nosotros".
La segunda de las equivocaciones, según el ex mandatario fue "no exigir mayor presencia en la verificación". Además, recordó que las conversaciones, y así se lo dijo a Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo', no deberían haber comenzado por el plano económico sino por los aspectos políticos, ya que de haber sido así, "posiblemente" habrían avanzado.
Sobre la opinión que quedó en la comunidad internacional de las conversaciones del Caguán, Pastrana lamentó que "todo el mundo vio lo negativo porque nadie quiso resaltar lo positivo y posiblemente nosotros cometimos ese error".
Sin embargo, destacó que gracias a aquel momento en Colombia hoy tienen unas Fuerzas Militares mucho más potentes; el 'Plan Colombia' de ayuda estadounidense a cambio de la lucha contra el narcotráfico; la inclusión de las FARC en la lista de organizaciones terroristas en una buena parte de países y el inicio de una "conciencia de que el problema de la guerrilla debe ser un asunto que preocupe a todos y no solo a los campesinos".
Por otra parte, Pastrana consideró que las FARC no le engañaron a él sino a Colombia, porque durante aquellas negociaciones "ellos no estaban preparados para el proceso. No estaban preparados para la paz".
En ese sentido, estimó que entonces se produjo una división interna de la guerrilla "muy fuerte", la del ala política y la del ala militar. "La paz los atropelló", agregó.
Sobre la reivindicación de las FARC un despeje sobre Florida y Pradera, el ex mandatario estimó que esa es la zona de influencia del ala política de la guerrilla, entre cuyos líderes citó a 'Cano', Catatumbo' y 'Márquez', quienes aseguró, son "los más influyentes", y por ese motivo son los más "interesados en la negociación".
La división en el interior de las FARC se ve en "los que quieren conservar un estatus político y los que quieren lógicamente mantener la guerrilla".
En cuanto a la solución al conflicto, el ex presidente aseguró que las FARC "nunca van a obtener el poder por las armas", aunque insistió en que "la página de la paz sigue abierta" mediante "una solución negociada".
Para llegar a ese punto, Pastrana, dijo que es necesaria "una contraparte" para hacer la paz y añadió que en este momento no hay condiciones para una negociación, porque "ellos demostraron que no querían hacer la paz".
ACUERDO HUMANITARIO
El ex presidente aseguró que la citada guerrilla no tiene "claro qué es lo que quieren", pero opinó que "el acuerdo humanitario puede ser el principio para sentar las bases de una negociación", y que de ella "puede salir el fin del secuestro".
"Es muy difícil, porque las FARC no están o, por lo menos, no han demostrado el gesto de que están interesadas en hacer un proceso o iniciar una mesa diálogo", insistió.
Añadió que "mientras que las FARC no tome esa decisión, el Gobierno del presidente, Álvaro Uribe, va a tener que seguir y continuar con su política de seguridad democrática que es al fin y al cabo el cumplimiento de la Constitución, que es proteger la honra, vida y bienes de los colombianos".
Al actual presidente le deseó que en el tiempo de legislatura que le queda "pueda hacer la paz", aunque remachó la "enorme dificultad" para llegar a ese punto porque no tiene "contraparte", y "va a ser muy difícil volver a una mesa de negociación".
Finalmente, se dirigió al líder de las FARC, Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo' a quien señaló que "no tiene camino distinto a dejar el terrorismo, a dejar el narcotráfico y a sentarse a hacer la paz en Colombia". "El legado de 'Tirofijo' debería ser la paz", concluyó.