BOGOTÁ, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, ha indicado que el atentado perpetrado el pasado jueves por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el municipio de Pradera "deja como un rabo a los luchadores por la paz".
Los actos terroristas de las FARC contra la población de Pradera nos deja como un rabo a los luchadores por la paz y los Derechos Humanos", ha escrito este sábado en su cuenta oficial de la red social Twitter.
En la misma línea, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, acusó a la guerrilla de "actuar de forma contradictoria" al atentar mientras negocian la paz con el Gobierno en La Habana. "Es un acto de infinita torpeza", apuntó
EL ATENTADO
El atentado se produjo sobre las 9.00 (hora local), cuando una moto explotó frente a la Alcaldía de Pradera. "Yo me encontraba en mi despacho y se me vino la oficina encima", dijo su alcalde, Adolfo León Escobar.
Como consecuencia de ello, una persona murió y más de 50 resultaron heridas, varias graves, entre ellas policías, según informaron los medios de comunicación colombianos, citando a las autoridades locales.
Escobar atribuyó este atentado a guerrilleros de la Columna Móvil Gabriel Colvis de las FARC, que habrían abandonado la moto instantes antes de la explosión.
El alcalde reveló que los servicios de Inteligencia ya le habían advertido de que la Gabriel Colvis, que actúa en el Valle del Cauca, preparaba un atentado en este municipio sobre estas fechas.
El Ministerio de Defensa ha anunciado, a través de dicha red social, que entregará una recompensa de 50 millones de pesos (unos 25.000 dólares) "por los autores de este atentado".
RUPTURA DE LA TREGUA
Se trata del primer atentado que las FARC han llevado a cabo desde que expiró la tregua unilateral que declararon el pasado 15 de diciembre, y que ha estado un mes en vigor, con motivo de las fiestas navideñas.
Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.
Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.
El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.
El pasado lunes, las delegaciones del Gobierno y las FARC comenzaron el 20º ciclo de conversaciones con el tema de los cultivos de drogas ilícitas sobre la mesa de negociaciones.