Actualizado 15/07/2008 15:52

Colombia.- ICG cree que Bogotá se equivoca al apartar a los mediadores aunque reconoce que París "ha jugado muy mal"

Considera que la búsqueda del fin del conflicto debe pasar por el restablecimiento de las buenas relaciones con los países vecinos


MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente para Europa del International Crisis Group (ICG), Alain Délétroz, consideró hoy que el Gobierno colombiano ha cometido un "error" al anunciar que apartará de la negociación con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a los mediadores internacionales, aunque reconoció que París "ha jugado muy mal" en sus intentos por liberar a Ingrid Betancourt.

En un encuentro con la prensa en Madrid, Délétroz recordó que las FARC "se han declarado dispuestas a hablar", pero insistió en que si el Ejecutivo de Álvaro Uribe retira la mediación internacional, la guerrilla va a perder la confianza en la negociación y después del "golpe a los mediadores" no va a haber países que quieran participar en la negociación con las FARC.

No obstante, también criticó la intervención del Gobierno francés en su pretensión por liberar a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, en concreto la operación de rescate enviada el pasado abril, cuando París desplegó un avión-ambulancia que permaneció tres días en Colombia pero que finalmente se volvió de vacío.

Para el vicepresidente para Europa del ICG, "Francia también ha jugado muy mal en todo este asunto" y el Gobierno colombiano "está muy enfadado" con el Ejecutivo francés, "pero no lo dice, sólo critica a los mediadores".

A pesar del éxito de la Operación Jaque, con la que se permitió la liberación de Betancourt y otros 14 rehenes de la guerrilla y un "golpe único" sufrido por las FARC según Délétroz, el representante del ICG recordó que "todavía quedan muchos en la selva" y que "el problema no está resuelto".

A su juicio, las perspectivas de una paz en Colombia dependen del éxito del intercambio humanitario, el restablecimiento de las buenas relaciones entre este país y sus vecinos --lo cual, según resaltó, se ha visto en la reunión que Uribe mantuvo este fin de semana con su homólogo venezolano, Hugo Chávez--, un nuevo diseño del papel de los mediadores internacionales y el desarrollo rural para reducir los niveles de conflictividad.

Según afirmó Délétroz, el Gobierno de Uribe se ha esforzado por apartar del conflicto a dos actores principales: los paramilitares y las guerrillas. En el primer caso, desde 2002 se han desmovilizado unos 32.000 'paras', pero muchos han vuelto a la lucha armada formando nuevos grupos, siendo el más conocido las Águilas Negras. Estas bandas ya no tienen pretensiones políticas, sino económicas, centradas fundamentalmente en el narcotráfico, añadió Délétroz.

En el segundo caso, explicó que las FARC han sufrido un "duro golpe" con la Operación Jaque y las muertes de sus números uno y dos, Manuel Marulanda y Raúl Reyes, en los últimos meses, pero a pesar de todo "el nivel de violencia no baja". Así, citó las últimas cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que entre 2006 y 2007 se registraron 450.000 desplazados internos más que en años anteriores.

NARCOTRÁFICO

En cuanto a las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, el vicepresidente para Europa del ICG no prevé un cambio de política desde Washington con el próximo presidente norteamericano, ya sea Barack Obama o John McCain.

Más bien la influencia estadounidense en Colombia es una "proyección para atacar el narcotráfico", pero consideró que tanto desde Estados Unidos como desde Europa se debe hacer un esfuerzo para combatir el consumo de droga. A su juicio, falta una política común entre los tres bloques (América del Norte, América del Sur y Europa) para hacer frente a las rutas de la droga.

En este sentido, manifestó que es "difícil no llamar fracaso al Plan Colombia" impulsado por Washington. "Después de todo el dinero invertido, de un año para otro aumenta la superficie de coca cultivada", añadió Délétroz.

A su juicio, tanto unos países como otros deberían preguntarse por este "fracaso" y, en el caso de Estados Unidos y Europa, comprometerse a reducir el consumo porque entre los productores de droga no existen "ideologías".